jueves, 31 de marzo de 2011

1´05

tengo un zumbido de escombros
taladrándome las nostalgias y una pena humeda
deslizándose por el pecho
y cruzando la noche, citándome tarde a las recaídas
y a los quién sabe,
un fantasma sin sábana ni ojos
mirándome con cautela, temeroso de mí
ahora que me tiembla el pulso
al escribir con mala letra mi nombre
y manchando con su rastro de cenizas en sombra
los miedos amotinados
que están de fiesta
desde las últimas horas que no te veo.

Tengo un órdago de recuerdos
crepitando en la retina
y un nudito de esparto en la garganta
mezclándose con la hinchazón
de las heridas abiertas
que no se cierran amor, que no se cierran
si no las dejas sangrar.

tengo el sepia cabizbajo de las farolas
iluminando la ventana que nunca abro
y el murmullo de la gente al pasar
por las calles de un barrio que parece dormido
en una ciudad que no deja lugar para sueños
en un mundo sin frenos
ni marcha atrás.

hay veces como esta
que me creo sin fuerzas para salir a bailar
sobre el cuadrilatero
y en mi cabeza bulle el moho de la miseria
como un hombre aturdido
y desnudo
que no distingue los golpes
de las caricias,
que no sabe protegerse
de sus propias manos,
que se mira al espejo
con la cautela de un animal herido
en su destino de presa.

y la cama vacía me dice
que por un lunes
lograrás llegar a clase
aunque sea esta tristeza la noche
y mañana no tenga que bajar a por zumo
mientras tu sueñas con luciérnagas y corales
y yo fumo en la lista de espera
de un invierno que siempre se me hace demasiado largo.

cada vez que lo hago
creo
que no me doy cuenta
de siquiera la mínima parte que conlleva.
besarte.
y aun así parece tanto...

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dioses y danzas

Nadie te pudo ver bailar
la danza de la lluvia
delante de los dioses de la sed.

Cuando quisimos soñar un futuro
los hombres
ya lo habían destruido.

el olor a ceniza
no sabíamos si era de guerra
o de día después
de una fiesta.

todo quedó
como envasado al vacío,
el olvido en una caja de marionetas.

excepto tu risa,
que seguía bailando la danza de lluvia
en el desierto
de los dioses de la sed.

sms 2:32 y acotaciones

Voy detrás de una chica
y una chica va detrás de mí.
por la calle de atocha.
pareciera
que sigo una sombra
y que una sombra me sigue
a mí,
pero en verdad
yo sigo la sombra
de otra
que no está.
cuando las sombras dejan de ser sombras
la realidad suele ser una mierda.
dios que ganas tengo de verte.


(acotacones)

pondría mi vida en tu mano
solo porque me acariciaras.

silba la noche como en tus labios
pero sin ellos
nada es lo mismo.

voy a iniciar una revolución entre los hilos
sueltos
de tu minifalda.

mañana
cuando la medianoche
verás un lobo feroz
en modo perro faldero
y un chasquido
de chiribitas
en mis ojitos de marrón
y triste
y magia, verás, de cinco letras
magia
magia
magia...

Nur

cuando éramos muy peques,
tanto que vivíamos en aquella casa con estufa de carbón
y compartíamos cama
yo con pili
tú con tere
¿te acuerdas?
las tardes tu te las pasabas leyendo
libros de puck y los cinco
o haciendo deberes
y yo
en el pasillo jugando al fútbol
con aquella pelota de bolsas de plástico
que tanto te molestaba
y me decías "para"
pero yo no paraba
y terminabamos los dos gritando
hasta que mamá
o las tías
se enfadaban...
Tenías razón.

una vez en la fábrica de los abuelos
papá hizo un carrito con dos alambres
¿te acuerdas?
era un pequeño volante
que permitía girar dos ruedas
y yo me apropié de él
y tu decías "déjame a mí también"
pero yo no quería dejarte
y nunca (te aseguro que he tenido muchos años para preguntármelo)
he sabido por qué
actué de esa manera.
lo siento.

cuando dije que mi vida era el cine
y todos se llevaron las manos a la cabeza
menos tú, que me dijiste "vamos, venga, hazlo"
y convenciste a toda la mesa
de familia
y me regalaste aquel libro
de cómo se hacían películas
con la cita de cronenenberg
escrita por tu mano en la primera página.
gracias.

y la noche en que se fue la pili
a las 4 de la mañana
y una hora antes dijiste "se me cierran los ojos, escandar"
como pidiendo perdón por dormirte
y yo después no te lo dije
pero ella nos vio, te lo juro, a los dos.
antes de irse.

y cuando vuelves
de todos esos países de los que siempre hablas
con los libros de por allí
y me dices: toma, he traído esto para ti
y yo solo sé decirte gracias
porque no hay malabarismos de palabras
que puedan estar a tu altura.

he tratado de aprender de los errores
y he tratado de ser mejor persona
porque lo aprendí de ti, que me llevabas de la mano
y te comías mis marrones
y me tranquilizabas (todavía lo haces)
cuando el nervio no me deja ver ni pensar,
y aun la distancia que nos une
y que nos separa
te obliga a ser
ese ángel de la guarda que eres
que has sido
toda tu vida conmigo,
26 años ya, mi hermana,
mi chica favorita,
la princesa verde de los cuentos de alas
de mar
y prosa
que me obliga a ser valiente
cuando las cosas se tuercen
y toca aguantar las golpes
de esta puta vida
tan preciosa tantas veces.

quería decirte que tenías razón.
en todo.
que lo siento.
por todas.
y que gracias
gracias
gracias.

siempre.

martes, 15 de marzo de 2011

el etcetera del principio

el etcetera iba al principio
cuando todo era magma caudal y viernes y entonces dijo
luz
y crecieron ramas en lo áspero de las piedras
y en ellas se posaron pájaros
nubes
miradas
y del paladar goteaban sílabas
como lágrimas forjándose un camino, haciendose hombres
a los que no podría temblarles el pulso
pero sí el alma
y era una verdad como el tiempo que todavía no había pasado
o el futuro que ya lidiaba por entonces las mismas guerras
que ahora dejan esta ceniza en el salón de estar, donde huele a quemado
sin necesidad de humo y el reloj
deja caer sus manecillas
y tú los brazos
antes de callarte un me rindo rodeado de arena,
las ojeras haciendo círculos en tu triste mirada de gato sin 7 vidas
y una moneda que le dejas al músico de la calle
y le pides, por favor, que siga tocando porque no hay quien sobreviva a este murmullo
con tanto silencio,
no hay un trozo de cielo libre sin hipotecar
ni llamas disponibles en el infierno
y te miras como antes lo hacías en los escaparates
y dudas
que los pájaros de los documentales
sean los mismos de tu cabeza,
por eso vuelves al etcetera del principio
y le buscas giros a la historia
caricias
o tildes que anuncien abanicos
que traigan el huracán
que no se duerman en la tercera letra de cambio
ni te pidan piedad por insolencia
o capacidad de salto por precipicios
o jueguen a la ruleta con los pasos y los adoquines,
el breve temor de las aceras a la jungla del asfalto
cuando imaginas de verde el paisaje
y solo es el reflejo del fluorescente de una farmacia de guardia esperándote,
es lo que hay en la ciudades: jaulas
puedes decorar los barrotes
o tomarte una cerveza apoyado en la barra
e incluso aceptan horarios concertados para las visitas
pero no hay mucho más
que este cambio de cromos los domingos en la plaza
o las vueltas de la castañera con su fármaco de frío,
ahí tienes las huellas de la humanidad
¿quién dijo que era difícil encontrar una sola persona?
míralas, están por todas partes,
personas solas buscándose mientras abren las puertas del ascensor
o suben las escaleras esperando el infarto,
a salvo del disfraz de la indiferencia
y llorando en cuanto cierran la puerta de su casa.
nada ha cambiado desde entonces.
al principio iba un etcetera.
sí.
y seguimos sin saber qué poner al final.

jueves, 10 de marzo de 2011

estado de malestar

el mundo está hecho mierda, y lo peor es que huele hasta límites que empiezan a rozar lo inaguantable. no sé en qué momento se perdió el rumbo de luchar por conceptos tan necesarios y, joder, reales, como libertad o justicia. tenemos a unos miserias gobernando, dictando leyes, haciendo y deshaciendo a su antojo. sentados en sus coches oficiales, en sus sueldos de cargo público, embutidos en sus trajes de corrección y caradura, representando una función circense mientras la peña, en la calle, clama al cielo pero se arrastra por el suelo. y no vamos a reirles las gracias. no vamos a darles una palmadita en la espalda y no vamos a mirar para otro lado como nos han enseñado que deberíamos hacer.
Tengo un cúmulo de odio en las arterias por todos esos que se han erigido como los magnates de la democracia cuando la única verdad es que la democracia, así como a ellos les gusta, es una puta mierda.
hace 3 o 4 semanas estuve en una mani de unas 30 personas lo máximo, haciendo el paria en la plaza de sol, contra este estado del malestar que es tan social como propio. desde entonces, estos héroes en minoría han ido cada viernes a las 19:00 a la plaza de sol. para que la bola de nieve se convierte en avalancha el día menos pensado pero también el más soñado, y se lleve por delante una estructura social que es una burla en toda la jeta de los nadies, por recordar el casi viejo texto de galeano.
y qué tenemos nosotros, con qué podemos disparar, qué armas pondremos sobre la mesa?
solo se me ocurre una, porque es mi vida y además creo de verdad en ella, la poesía.
así que mañana a las 19:00 en sol he quedado con mr neorrabioso aka batania, para lanzar palabras envenenadas y poner un pequeño (de momento) grito en el aire de este madrid (le voy a robar la frase a gsus) con dolor de cuello de tanto mirar hacia otro lado.
el que quiera venir, invitado queda.
y como un día escribió silvi orion:

Con que poesía eh...
poe sí, mi arma.

miércoles, 9 de marzo de 2011

fuego

cierro la cama y el cuarto parece inexpugnable,
hay resto de humo
y ni siquiera tengo muy claro
en qué día de la semana me acuesto: ayer por la noche era sábado
pero por la tarde parecía un domingo,
sin embargo es jueves según el calendario, recién terminado
un miércoles, tres cervezas
y por fin una película.

ya van varios días de silencios telefónicos.
no saber qué contarnos o no tener en la imaginación
un adaptador de sentidos.
pagaría lo que fuera
por poder tocarte con la voz.
el i+d de la telefonía debería saberlo
y estar ya investigándolo, el día menos pensado si no
no me aguanto
y pillo esa balsa en mitad del mar
para dos personas
que siempre insinuo en las mejores marejadas.

mañana ya habrá estancos abiertos
y en el super las colas volverán a su longitud habitual,
los estudiantes de las universidades
empezarán a beber después de la comida, habrá muchas fiestas
en muchos sitios,
y hoy, que todavía es domingo, parecerá un jueves
de otoño tardío más.

el mundo volverá a girar, y yo seguiré a este lado del teléfono
buscándole las perdices al final del cuento,
deshojándome las ojeras mientras miro los tebeos deportivos
de por la mañana, sonrisa gastada a la cajera del lidel,
y haciendo acrobacias con la caída de los vaqueros,
bufanda en ristre y vaho en la boca,
las llaves en la bolsa de los filtros
y una tos imparcial con recuerdo de madre,
no te cuidas nada hijo,
saco el papel y abro el paquete recién comprado,
frío en los dedos,
y como siempre
ya he vuelto a perder el mechero,
busco en los bolsillos
pero solo encuentro
el móvil.
últimas llamadas.
recall.
...
...
...
hola preciosa. solo llamaba para pedirte fuego.