miércoles, 29 de diciembre de 2010

lo nuestro

lo suyo, o lo nuestro mejor, sería que vinieras
con el conjunto interior morado
(ese que solo te tapa lo justo pero innecesario)
a sacarle los colores a palencia
y a mí de mis casillas.
te quitaras el abrigo largo en el hall de la entrada
y preguntaras
dónde está la cama,
el sofá
o la encimera
donde vas a dibujarme, uno a uno,
todos los sueños navideños
que he tenido entre tus piernas.

lo suyo, o lo nuestro mejor dicho, sería
que saliéramos por esta ciudad de provincias
a visitar todos y cada uno de sus bares
y sus baños
sujetando la noche en baldosas con pintadas
y tu falda sonriendole
al signo de exclamación de mis vaqueros.

lo suyo, o lo nuestro digo yo, sería
que dejaramos las apariencias
y los besitos tímidos
cenando en casa con mis padres
mientras inicio el "road to perdition"
por debajo de la mesa
y sonrío,
si ellos supieran lo que hacen sus hijos
o, mejor dicho, las pocas cosas que no hacen.

lo suyo, o lo nuestro rectifico, sería
dejar claro en el ascensor
que el amor
no es un animal que se deba tratar con delicadeza
ni la piel un arma de segunda fila
ni tú seas una puta
ni un yo un cabrón
cuando bajamos la verja
y nos reservamos el derecho de admisión.

lo suyo, o lo tuyo quería decir, es venir hirviendo
a este frío de lista de espera
mientras te digo las guerras
que no he podido vivir sin ti
porque estaba pensando en tus ojos.

ni la pornografía me consuela
ni en ninguna otra parte
hay mareas ardiendo
como las de tu coño.

tendrás que venir, porque tengo
un alma blanca apuntándote
entre las piernas
y con tanto tiempo de estar sin ti
lo reconozco
ya no sé qué cojones hacer con ella.

sábado, 25 de diciembre de 2010

dulce de navidad

afuera hace frío.
siempre lo hace a 300 kilómetros de ti
y más en diciembre, 25 ya, con las luces apagadas
y la casa en silencio escuchando solo el traquetear
de las teclas en una esquina de mi habitación llena de posters,
fotos de cuando los 13 años
y alguna poesía que pegué en la pared
porque ya entonces desconfiaba de mi memoria.

hay luz en los pisos de arriba y de abajo,
puedo verlo por la ventana que da al patio de vecinos,
en las calles algunos colegas estarán pidiendo un gyn
mientras buscan sin darse cuenta el final de un minifalda
que les conduzca al final de la noche.

yo he apostado por verme una de billy wilder
y dejar las ojeras para otro día quizá,
mañana el despertador dirá que son las 09:30
y tendré unas 5 horas de cocina y música con mi hermana:
conchas de vieira gratinadas, sorvette de caqui, pularda asada con cava
y acompañada con chutney de mango,
fumaré dejando el cenicero en la ventana
y calentaré en el micro el desayuno de la abuela: ella no se acuerda de ti,
de mi apenas, pero sonríe como la niña que salta cada día a la comba
en su cabeza.

y sin embargo seguirá faltandome algo
que le quite a toda esta preciosa cotidianidad
el toque amargo de la nostalgia
como un nudo de garganta en noche buena,
seguirá haciendo frío y eso que esto no es el piso de madrid:
hay calefacción en las habitaciones, puedes
ir descalzo por la casa
y no hace falta sudadera para recorrer el pasillo.
aun así, hace un frío que te cagas
e intuyo que tiene que ver con que no estés aquí
diciendome "calienta la cama cariño, porque no pienso dormir con ropa".
300 kilometros de distancia solo dejan el resquicio de las caricias telefónicas,
escuchar el sing star de tu familia de fondo, con tus primos gritando
"feliz navidad escandar"
y tu voz de champagne en la banda sonora
de esta comedia romántica
susurrándome un beso en el desorden circunstancial de la noche.

qué bueno. todo.
excepto tener que cerrar este escrito
a las 3 de la mañana
como un bar sin clientes, echándote de menos
sin ganas de matar, respirando profundamente
al mencionar tu nombre
y desgastando la cuenta atrás de las fechas que nos separan.

quizá es que quiera empezar a compartir contigo hasta la navidad,
lo digo en serio,
y peor aun, te digo más,
me cueste tan poco,
me guste incluso,
reconocerlo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

homenajes canallescos

pues he encontrado un blog donde alguien ha ido copy/pasteando muchas poesías de aquí haciéndolas pasar por suyas. no me molesta en exceso el asunto, y en realidad lo entiendo como un homenaje hacia un servidor, un reconocimiento de lo más profundo precisamente por lo canallesco de él. pero como he visto lectores de dicho blog que en el fondo piensan que lo escribe quien no lo escribe, voy a ponerlo por aquí esta referencia por si alguien, alguna vez, se topa con él y piensa que la cosa es al revés.
nunca creí que tuviera que ensuciar este sitio con algo así, una explicación tan cutre como esta, y menos después de colgar dos poesías ayer. prefiero que nadie se fije mucho en este post, solo digan "vale, tomo nota" y corroborar la autoría (por si quedaba en entredicho debido a esta circunstancia) de todos los textos que aquí subo, muchos de ellos bajo registro además.
un saludo a la peña que lee este blog, y disculpadme las molestias.

el blog en cuestión es este: http://consindromedestendhal.blogspot.com/

edito la entrada: el menda ha cerrado el blog. o a mí al menos no me deja entrar. osea, esperaba hablar con él. que me dijera algo en plan: lo siento tío, solo quería calzarme a cristina, o a maría. y que me contara si lo llegó a conseguir (y me alegro sinceramente si lo conseguiste, de verdad, para eso están entre otras cosas las poesías). ya he dicho que por mí no hay molestia en ello. me gusta que se ponga el nombre del autor porque lo considero un minimo de vergüenza torera, cuestión de principios, eso que tanto escribo y que no debe quedarse (y trato día a día de que no sea así) en palabras sobre papel. incluso si me avisa de ello y me dice "puedo plagiarte porque hay una titi que me hace tilín y quizá así caiga" seguramente le habría dicho, adelante tío, duro con ella. pero ni eso, joder. supongo que no le puedo caer muy mal teniendo en cuenta que me ha estado suplantando. podríamos tomarnos unas cervezas y todo eso. seguro que me ha leído más veces que yo mismo incluso (es muy probable, pues en los ultimos años he dejado de hacer relecturas de mí mismo habitualmente). no esperaba la espantada y creí que podría solucionarse de una manera más cordial.
tronco, si lees esto que parece ser que sí, escribe algo como anónimo aunque sea, explícate, mandame un mail, de verdad que me parece más una chiquillada que algo más grave, y como tal actúo. como he dicho al principio es todo un homenaje, un reconocimiento a que algo he hecho bien entre tantas letras, y me lo he tomado como una selección de las que más te han gustado. la más sincera además, pues no hay no hay disfraz que valga. lo dicho.
debajo de esto están las poesías. perdón por este paréntesis de... no sé de qué, pero paréntesis al fin y al cabo.

martes, 14 de diciembre de 2010

histeria del histrionismo

apuntaron, en algún lugar y algún tiempo,
los nombres, números
y huellas
de quienes podrían saltar algún día
sin entender que debían
pedirles permiso.

pero no dispararon.

ahí empezaron a tener miedo, los de abajo,
a la puntería, de los de arriba.

no porque hubieran visto la sangre
sino porque la habían imaginado.

y aquel temor de horizonte,
aquel miedo irracional de precipicio,
aquel imposible vertigo de salto
fue creciendo
(por dentro
que es por donde crecen los horrores)
hasta ser losa brutal de fábrica,
peso de raíz y llanto
de suelo,
odio al fin y al cabo.

y miedo, muchísimo miedo.

decidieron vivir con ello, los de abajo,
y les dejaron vivir con ellos, los de arriba.

la rutina se hizo presagio
y las suelas de los zapatos
se acostumbraron al sabor del suelo.

poco a poco, aprendieron a vivir esposados,
a proteger sus cárceles como casas,
a defender el lado útil de las cadenas.

y los que más lloraron en un comienzo
fueron los primeros en reir.

con carcajadas que retumbaban como lamentos,
con gritos publicitarios

y esfuerzo, con mucho esfuerzo.

hasta que uno
cansado de aquel dolor sepulcral en el pecho,
decidió mirar al cielo
y sus causas,
cansado del antifaz y la máscara
decidió cortarse el pelo
y clavarse una diana
en el centro

de la nuca,

cansado de estar cansado de tener miedo
miró al abismo
cara a cara
y le dijo: dispara, si tienes huevos.

y el abismo, en lugar de devolverle la mirada,
se refugió en su silencio,
se rió,
y pensó para sí mismo:

"en cuanto me des la espalda".

pánico escénico a la rutina

yo no tengo más luz que este flexo que compré en el lidel, bajo consumo, bombillas de leds,
y la pantalla del ordenata reflejando mis letras, las manos sobre el teclado
y algunos versos tristes como la lluvia en los tejados de euralita
de la casa del pueblo
o las goteras de aquel hostal de mi padre en peñafiel.

podrías haber crecido de otra forma, pero tus tías se habrían muerto igualmente.

el chico soñaba en el ascensor, eran las 8 de la mañana, y el edificio marpa
permitía 11 pisos de mirarse en el espejo borracho,
hablar solo, prometerte ser duro y consecuente, qué tonterías
se hacen a los 18 años, por qué ahora no las volverías a hacer.

las preguntas que más duelen son aquellas en que sabes la respuesta.
vivir como si no supieras es ponerte un preservativo para el último polvo de tu vida
o quitarte algunos años cuando dentro de 20 no quieras sonreir a las visitas.

es el dolor a las 4:00 de la mañana lo que me asusta, el insoportable hecho de muerte
que es apagar un cigarro mientras disecas con una equis
las promesas que te hiciste en valde
y en vano, si es que existe la diferencia, y que me tiemble de escalofríos
el escenario continuo de la calle, pánico escénico a la rutina,
necesitar un bastón de principios hasta llegar al estanco
y pedir un poco de humo, solo chatarra en el monedero,
y algún pañuelo usado en los bolsillos.

es, digamos, como el miedo de los folios a las papeleras.
arrugados sea cual fuera lo que fueron: una receta de cocina donde alguien ponía
"cuece el amor con azúcar, pero no lo reboces en harina"
o un possit amarillo que decía "llegas tarde, todavía", era el destino
o los dados o solo una marca sin registrar de la casa,
a quien le importa si el minutero no se ha parado
y el próximo bus ya es el de ir al trabajo.

llegado a un punto me pregunto por qué debería hablar del pan
si solo me quita el hambre besarla a ella,
tan mal está decir a plena consciencia que hay mil desgracias que me preocupan
pero solo una cuando no está,
tan insensato soy de quererla por encima de todas las cosas,
o solo es cobardía porque sabes, muchacho, que toda esta mierda que sueltas
no pasaría de tenerla un oceano de ruidos más cerca...