domingo, 27 de diciembre de 2009

iris azules, pupilas negras

lo precioso de liar triangulos en su vientre
es saber que hay un día a día
detrás de esa línea curva de cristal que separa
la realidad de los decorados,
el momento en el que apagas el piti y ráscandote la cabeza
solo te sale decir: ai va...
y después sonreir como si ser feliz resultara así de fácil,
el gesto imbécil de responder "no sé dónde voy, solo sé que me alejo"
cada vez que ella se va
o mirarte en los bolsillos de los pantalones
buscando la orquilla que le robaste a su pelo, pides un deseo
y soplas, así fue siempre de fácil, así, tal cual,
pero no estaba ella, hubo un tiempo
en el que no estaba ella, hubo un tiempo
mil vida atrás
donde contar las estrellas era cuestión de números
y no de cuentos:
el triste intento de quien sonríe a la honestidad
con la honestidad a lo lejos,
así fuera o dentro, todos hemos tenido alguna vez que gritar
y no lo hemos hecho, la excusa válida del traqueteo del callejón
de la literatura, donde los amantes escriben panfletos
y los odiantes se los recitan,
una feria que tenía de todo menos algodón de fresa
y amor de noria: una vuelta, y otra vuelta, y otra vuelta,
¿estás mareado? decías,
ojalá no deje de estarlo nunca...
atre-versé al otro lado del espejo,
y la poesía por una vez fue sincera: iris azules.
y pupilas negras.

1 comentario:

O. dijo...

Nada es lo que parece: opalazon.blogspot.com

Feliz Año Nuevo