sábado, 25 de octubre de 2008

mar en calma

Te mando este beso cansado y feliz, con los pies en el suelo de otra cama distinta
en un habitación que todavía me está conociendo,
días tranquilos en los que Dano cocina en la cocina, hace alubias verdes
con jamón y patatas, y los viernes hace un puré de verduras que saca de la cazuela
cuando yo me marcho a clase.
Discute con Frontela todo el rato o, dicho de otra forma, Frontela le pica siempre
y él a veces le hace caso. Es divertido.
Yo me río, pero no de esa manera que parece que vas a explotar, al contrario,
es una risa contenida que si no controlo me emociona
y me entra un remusguillo en la garganta, como si quisiera explicar algo
muy muy importante
y no me saliera.
Luego me da igual, muevo la cabeza a un lado y se me pasa.
Lo estoy descubriendo poco a poco. Como esta habitación a mí.
Como la nueva vida que he elegido y que he elegido muy bien.
He tenido suerte. Siempre he sido un tipo afortunado. En la gente, en los lugares,
en tantos zapatos rotos y en tantas líneas de metro y en tantos en fin. Vivo al lado de la parada de autobús,
en un buen barrio, con toques de elegancia africana, huele a kebap todo el día,
a carne con curry,
creo que hasta a los besos les echan especia,
no me extrañaría viendo la mirada abierta de las chicas marroquíes.
Los viejos de toda la vida gruñen como los viejos de toda la vida.
Pero se quejan menos y su acento es mejor. Más chulo. Hay quien dice que más castizo, pero yo no.
He descubierto que la libertad está sobrevalorada. Que la felicidad también.
Pero también he descubierto que para ser feliz y libre
Hay que saber mucho y muy hasta el fondo
de la tristeza y de las jaulas.
Solo ahí es donde uno puede cerrar los ojos y ver a sus dos compañeros de viaje, sus dos viejos compañeros
que le han visto envejecer y él a ellos, y es ahí donde puedes cerrar los ojos
y decir qué carajo, algo habré hecho bien
si al final y después de tanto
tengo tanto paraíso a cuestas.
No pienso demasiado en la humildad, pero me sigue asustando
la prepotencia. El exceso de seguridad. Últimamente me río por lo bajo
de mis miedos, y cuando llega la noche me tomo una cerveza y canto la única canción de los planetas que conozco.
Soy prudente cuando hablo del destino, pero opino lo mismo que aquel día
que llovía y yo me quite el sombrero para que pudiera confundirse
con mis lágrimas.
Siempre he tenido predilección adictiva por la nostalgia
que hay en los pequeños detalles de la gente que ya no ves, ¿seguirán teniéndolos?
quién sabe… las tardes de un sábado cualquiera se han convertido en pequeños pasos que acumulo y respiro,
no me asusta el hombre del saco por lo que haya en el saco
si no porque es hombre,
y eso es tan humano que hasta las pesadillas tienen ápices de delicadeza.
En la cabeza me siguen bullendo excesos y noches, trenes que no sé dónde van
pero van a algún lugar y con eso me basta.
Muchas veces he caído en la envidia, en el poder que desprende un foco,
pero ahora que me pillo mis propias mentiras no me importa tanto,
no está tan mal tener esa mitad escondida con tus defectos,
las cosas feas que guardas,
mientras no te hagan perder todas esas manos y voces que te sostienen.
Como en el sueño de anoche: tú eras feliz y se te notaba.
Había un chico agarrándote la mano.
Sujetándote. Haciendo lo que yo no sabré hacer jamás.
Un día miraré para atrás y espero al menos, y solo espero eso,
no odiar esos sueños en los que tú eras feliz
de la mano de otro.
Porque la felicidad está sobrevalorada, pero solo en la mirada de algunas personas.
En otras es un paso más, algo cotidiano y justo.
Indescifrable.
Me da tanto pavor la injusticia que no puedo despegarme de esta defensa.
Porque hay algo que me une y me mata en cada ficha que muevo,
en cada peldaño.
Días en los que el tiempo era improbable y extraño.
Este mundo somnoliento y remix, como un disco recopilatorio de canciones para por la mañana.
Despertarse a veces es un acto de fe, otras un arrebato de ganas.
Al resto se le llama inercia: un cuerpo comienza un movimiento
y no puede frenar.
Te suena, ¿verdad?
Ya lo verás, no estamos tan equivocados

jueves, 9 de octubre de 2008

garabatazos

al principio creí en algunas cosas
y creí que esas cosas eran importantes
así que luché por ellas, o con ellas, que es la mejor forma de luchar por algo.

o por alguien.

al principio me llené de sueños porque no pensaba que los sueños pudieran ser un lujo.
me llené de sueños y me dije: así, si los voy perdiendo, me quedará siempre alguno del que poder tirar.

en caso de desvanecimiento.

al principio yo no sabía de qué color eran las mentiras.
a qué sabía la rabia.
cual era el significado último de ciertas lágrimas en ciertos ojos.

ahora distingo de entre colores el gris, mastico amargura con los puños,
y he memorizado unos cuantos diccionarios de palabras
para explicar un lloro.

ya no miro tanto al cielo, pero aun resisto en caminar mirando hacia bajo.

en época de cambios, miras tus nuevas paredes y piensas que no va tan mal,
repasas los teléfonos que no usas imaginando qué sería de ti si hubieras seguido llamando.
A ratos, te buscas excusas y haces un trato contigo mismo: mirar lo bueno del camino
para poder asumir lo malo.

y extiendes las manos esperando que llueva de nuevo.
buscando el ácido pálpito de las dudas en la lengua.

al principio era un cuento lleno de planos para palacios por construir.
ahora fumo tranquilo en un piso alquilado y miro la papelera llena
de folios rotos
a garabatazos.

ni me cuesta sonreir, ni no hacerlo me hace daño.

martes, 2 de septiembre de 2008

ey, camarera...

Ey, camarera de las estrellas, despierta, aun es de noche pero es una noche preciosa de esas que te encantan, despierta pero no hagas ruido, habla como yo que te hablo en voz muy baja porque es muy importante y las cosas muy importantes solo se pueden decir en voz baja. Despierta, porque me voy, y te tienes que despedir de mí, camarera de las estrellas, me voy no sé a dónde porque esa es la clase de cosas que nunca sé, no lo sabía el día que crucé la carretera y me subí a tu equipaje, cómo te reías aquel día, vaya!! Era genial y estoy seguro que seguirás riéndote sin mí, con tus ojos azules a punto de reventar, escúchame, no es necesario que digas nada, pero sí déjame que yo diga, tengo mi maleta aquí, y la he llenado de cosas más importantes que mis espejos, te dejo en tu circo pero me voy después de haber besado a la bailarina de la caja de música, después de haber llorado borracho con los payasos y haberme caído al suelo con los equilibristas, me voy porque no me puedo quedar, sería peor, sabes que yo no sirvo para eso, soy el viajero y sé recordar y ojalá supiera prepararte té helado para cuando llegases de la última función de la noche, y te diera de fumar mientras jugamos a rayuelas en tu cuerpo, ahí fuera hay gente dispuesta a eso y dispuesta a muchísimo más, no estés triste, camarera de las estrellas, así parece que fueras a llorar y si tu lloras llora todo el mundo y eso no es bueno, te lo digo yo, que he visto cosas muy tristes pero también puedo decir que yo estaba allí el día que te desnudaste frente al horizonte y no quisiste ponerte la ropa en toda la mañana, yo pensaba que era imposible que tanta belleza aguantase tanto tiempo al natural, yo pensaba que la ropa servía para mantener el secreto encanto de la piel no descubierta, yo pensaba muchas cosas que dejé de pensar en aquel momento, pero aquí estoy, hablando en voz baja y aquí estás, mirando esos columpios sin niños a las tantas de la mañana, perdona por despertarte, ha sido la noche, no he podido evitarlo, no quería despedirme de nadie, sabes que no soporto las despedidas, pero estabas aquí durmiendo y me han entrado ganas de tomar un último trago de jugo de saliva de sueños, toma, bebe, hoy soy yo el camarero, está rico y quema mucho en la garganta, como a ti te gusta, como a todos les gusta, me pasaría vidas entera viéndote beber, a veces cuando se te cae una gota, siento el vértigo que se debe sentir deslizándose por tu cuerpo hacia abajo, a veces he pedido el deseo de ser tan pequeño que pudiera caminarte la piel paso a paso, se lo pedí a 14 estrellas fugaces que pasaron la noche en que te quedaste dormida encima de mí, en el ático de la carpa, lo pedí 14 veces seguidas porque estaba convencido de que así habría más posibilidades, ya sé que los deseos no hay que decirlos porque si no no se cumplen, pero me marcho, pequeña camarera, y es injusto que trate de convencerte de que he sido feliz, de que lo soy, de que tengo que seguir el camino, y tu seguirás en el circo poniendo jugo de saliva de sueños en las latas de alambre de la gente, gracias por dejarme entrar en la carpa y ponerme aquella nariz que me hacía parecer un fandango de broma, un pellizco de bulería, yo pensaba muchas cosas, cuando lo hablamos en el sótano de las indecisiones, que tú tenías mucho frío pero te negabas a ponerte la ropa y yo hacía teorías sobre la resistencia de la belleza a las bajas temperaturas, y hablé de que las elecciones a tomar traían consigo vidas que no tendría, por eso es que me tengo que ir, y no me mires con ojos de música, sabes que enseguida me pongo a bailar, a mirarte los pies de reojo, es tarde, y en verdad tengo sueño, pero también tengo sueños que no me dejan dormir, camarera de las estrellas, qué bonito volar, ahora te miraré de lejos, cuando señales los árboles de la jaula de brillos para que abran sus ramas al final de la función, siempre silbaba esa melodía, “fight of light”, y la gente decía oh!!! a la vez y tú al principio no me creías y yo no me creía que no te hubieras dado cuenta, pero claro, luego, cuando cogiste aquel vaso y empezaste a afilar las bebidas entendí que estabas tan acostumbrada a las exclamaciones, a las caritas embelesadas, que ni te dabas cuenta de ello, te voy a echar muchísimo de menos allá donde coño sea que vaya y deja por favor de mirarme así, sabes que conmigo te apagarías, que no soy de esa clase de magos capaces de retener los suspiros, mucho menos las lágrimas, va a empezar a amanecer, mira, ves aquel horizonte helado, voy hacia allí, a la ciudad de las mil orgías, me han hablado de alijos de hierba que brotan en las piernas de algunas mujeres, quiero verlo porque la curiosidad no mató al gato, le dio 6 vidas más, y tú no estabas de acuerdo y me llevabas la contraria como de pasada, como si en el fondo no te importase darme la razón aunque no la tuviera, claro que he sido feliz, de repente un día miré a lo lejos y allí estabas con tu bandeja de piedra en la mano, haciendo un juego de ojos tan bonito que ni siquiera me atreví a hacer trampas, ni siquiera quería otra cosa que seguir allí mirándote, me ha pasado tantas veces eso que algún día maldeciré la noche por su incapacidad para detener el tiempo, cuando sea el viejo viajero seguiré fumando en las cunetas y hablándole de ti a las montañas, contaré lo de tus ojos azules a punto de reventar y serviré sucedáneos de jugo de saliva de sueños en una bandeja de piedra, la pequeña camarera de las estrellas se vestirá de luz entre el brillo de las risas de los sauces y la silvestre balada de los transeúntes, y reiremos de veras, y de veras que seremos muchísimo más que aquella fugaz explosión que ocurrió la primera vez que nos vimos, tú olías a primavera y sabías a nostalgia de vino, ¿recuerdas?, toma mi amuleto de bolaño, guárdalo en el baúl donde guardas los detalles imperfectos de la gente, llévame contigo arriba de las acrobacias, donde los mimos y los cantantes juegan a las películas, piensa en esta tierra seca que un día nos meció en sus brazos, el paisaje se ha puesto triste na más ver tus legañas, pero no lo estés porque tus legañas son algo inalcanzable y las cosas inalcanzables nos hacen mirar al cielo y así salimos siempre guapos en las fotos, gracias, camarera de las estrellas, por haberme dejado compartir este trozo de viaje contigo, no hay nada que te detenga ahora, nunca lo hubo, ni siquiera estos brazos de poca monta que alguna vez se vieron en el privilegio de sostenerte, mira la vida, está dando saltos impaciente de que la saques a pasear cada mañana, como si nadie supiera lo mucho que tienes que ver con el brillo del agua en los estanques, con los cisnes que dejan un rastro de silueta mojada tras nuestras huellas, mira la vida mirándote y dame un beso de fuerza y de hasta luego, mañana por la mañana, cuando vuelva a aparecer la gran bola por el anfiteatro del mundo, tú volverás a quitarte las legañas para volver a llenar el paisaje de rocío, y poner un algo de instinto en los rostros de la gente, yo me encenderé un pitillo, allá donde vaya, y sin mirar hacia atrás, nunca, hacia atrás, soñaré con encontrarte en las próximas luces del camino.
ciao, camarera de las estrellas,
nos veremos,
seguro.

sábado, 23 de agosto de 2008

sed...bienvenidos

un día salistéis a organizar la mentira y os quedastéis con la calle,
dijisteis esto sí y esto no como si pudierais decidir qué flores eran bonitas a los ojos de todos,
opinastéis con la mano en la espalda y el cuchillo en la mano bien preparado para todos aquellos que no estaban dispuestos a daros la razón.
hicistéis que en los ojos de la buena gente creciera un álito de decepción ante la muerte natural de la magia
y luego os jactasteis de ello en páginas y páginas de historia a las que cambiasteis los adjetivos.

no esperaréis, ahora que llueve ácido sobre vuestras sonrisas, que vayamos a reiros las gracias pese a todo,
con este odio infundado después de que violaseis siglos de mujeres que se partieron el pecho por parir un niño
que no fuera como vosotros,
no esperaréis que pongamos la otra mejilla como nos enseñasteis porque todavía arrastramos vuestras pesadillas en nuestros cajones de noche,
en esta tarde de vigilia y costumbre vamos a quitar los platos de la mesa
y a comer con las manos
y a mancharos de una puta vez el mantel con nuestra comida, con vuestras sobras.

en el destino de la paredes alguien solo soñó con muros,
con dioses engreídos que no venian a nuestros cuento, que no nos hicieron felices
y sobre todo que no necesitabamos,
traficasteis con nuestros miedos hasta prohibirles el derecho de llorar por las noches,
nos hicisteis tan planos como vuestros espejos
y después nos juzgasteis por nuestras arrugas.

preguntarás ¿qué es esto? y yo puedo contestarte: un campo de tempestades.

porque detrás de cada robo en los ojos de la gente se acumularon lágrimas,
y en cada universidad que entrasteis a quemar libros, en cada calle con fusiles a la puerta,
en cada peldaño de sangre que pusisteis a la historia
hubo un testigo que no va a callarse ninguna de las costillas rotas que le partisteis,
la marca en la frente de vuestros cañones nos dibujo una mirilla en el pensamiento
y ahora os señalamos con la pluma porque su peso es mayor que el de vuestras pistolas,
usamos paletas de colores para dejar en ridiculo vuestra triste escala de grises,
bailamos con las trompetas de vuestros desfiles y nos quitamos la ropa para que os avergonceis de la sombra de vuestros uniformes.

llevo el color de la tierra en los ojos, y es por eso que puedo dudar de las raices que vendéis como bandera.
hablo, con el descaro que me da haber aprendido mirando rostros de alfombra en los vagones del metro,
la libertad de llorar a la hora que se precie me da que pensar que solo lloraréis el día en que todo esté perdido.

detrás de cada folio lleno de leyes hay un ejercito de dedos inquietos deseando llevaros la contraria,
hay un millón de resacas que olvidasteis cuando os pusisteis a especular con las mareas,
hay todo lo que pensastéis que jamás ocurriría.

en el depertar del niño solo se oirán nuestras palmas,
en el final de la noche serán nuestros gemidos lo que quede.

espero que os hayáis preparado para el olvido, porque él se ha puesto de gala
con nuestras mejores tumbas, chaqué y corbata
para recibiros.

martes, 19 de agosto de 2008

grietas sin afeitar

el tono meláncolico de quien sabe a qué sabe un piano porque solo lo ha tocado con la lengua,
el cuello lleno de grietas sin afeitar,
un andar cansino como el acento de Ken Kesey
y unos ojos descoloridos que evitan las preguntas para las que no quieren saber la respuesta.

con la voz de quien ha ladrado mucho tararea
"yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado"
y no mira demasiado para atrás
no sea que aun queden cuentas pendientes
sin pagar.

en mitad del baile es el viejo romeo el que se cae borracho
desde que no recuerda por qué se suicidó la primera vez.

sabe el día exacto en que le baja la regla, pero no recuerda su nombre.
y la llama julieta, ya que no conoce a ninguna.

"tengo el antifaz gastado, fumo mucho, y toso siempre por las mañanas.

junto a las carreteras crecerán árboles infinitos igual de grandes que una montaña
y la gente construirá sus casas en ellos, hablaremos de raices
y de tierra cuando anochezca,
masticaremos la hierba de los campos del norte
y miraremos al sur con nostalgia que es de la unica forma que se puede mirar al sur.

por supuesto que me lo he inventado, al principio quise cambiar el mundo
y luego quise vivir mi vida.
eso no es malo, al final luchas por adiccion a los golpes,
más por los recibidos que por los dados,
y te gusta el dolor del morado en la piel, el cansancio del músculo,
sentir que la sangre sigue fluyendo por dentro."

deja un billete en la barra que usa de posa vasos, y hace eses con los dedos "porque son ellos los que están borrachos".

luego bebe, y bebe, y bebe, para sentir una nueva grieta
después de cada trago,
para entender que el vacío duele, jefe, pongame otra,
se rie solo y no le importa, pero mira sus dedos
y asiente:
"qué desperdicio de eses, lo bien que quedarían en una espalda".

lunes, 30 de junio de 2008

susceptible de imperfectos

en estos días de nadie la rutina sabe a multitud, la distancia es un deseo,
y no hay remite que valga cuando la correspondecia se llena de notas de suicidio propias.

inventadas, claro, a través de ese cuento que tanto me esforcé en imaginar, dibujando cicatrices sobre un personaje,
manchandole los zapatos:
poniedole un amargo de saliva en cada frase algunos errores saben mejor que muchos aciertos.

aprendí a copiar la firma de todos mis maestros para firmarme mis propios justificantes.
luego lo disfracé de ego, le puse derrotas, torcí el gesto entre palabras
y lloré unos pocos desgarros con los que poder jugar a las medallas.

tiemblo en amagos de honestidad y casi casi resuelvo mis propios interrogantes sin dar ese paso más
que me habría hecho besar la lona.

las distancias cortas se me hacen largas ahora que leo en mi alma algunas lineas de otros.
todo es un susceptible de imperfectos que empiezan con un podría ser
y acaban con un NO tan inmenso como un nido de excusas y causas.

tuve miedo del insonmio y traté de imitar algunos sueños, cuentos de babas
que cogía con alambres para llevar la sonrisa por bandera cada mañana.

puedo decir, sin tener que bajar la mirada, que aquellas pesadillas fueron mis clavos ardiendo,
y tan fuerte me aferré que aun conservo algunos callos de imitacion en la mano,
rasgos marcados en los ojos
y un estilo de desparpajo que he tratado de adaptar a todos los miedos que me corroen.

así, remarco en cada casilla el número de cada dado,
cada vez que puedo me hago trampas
y vigilo mis simulacros para cuando venga época de precipicios.

a veces asiento sin mirarte a la cara, sumergido en este mundo de barros y barrenderos
donde fingir es la única opcion posible,
donde vivir suele dejarse para otra cita.

pero es que no sé si estos huecos que le salen a los días
son rellenables de aliento
o necesarios para coger aire,
en el fondo lo que pasa es que no entiendo gran cosa
y le busco la lógica en lugar de buscarle la poesía.

lo decías con la calle vacía de fondo: "el mundo está loco,
pero tiene sus momentos..."

y yo te miraba
y tu sonreías.

jueves, 12 de junio de 2008

caminorte

me voy a seguir quedando callado si me acorralas, no sé salir de los pozos sin fondo
si no es solo o a empujones, pero si preguntas qué pasa
hay algo en mí que me obliga a pensar que deberías saberlo aunque ya sé que no es así,
no puedo evitar caer del trapecio y odiar la risa de todo el mundo,
ha habido veces que me he reído con ellos
pero anoche lloré volviendo hacia casa, me sentí tan perdido que tuve que hacer el esfuerzo
de no reventar los nudillos ante el primer escaparate que tuviese un cartel de rebajas a la vista.

no sé porqué nunca termino de salir del todo y parece que siempre me voy cayendo
en los mismos escupitajos, repito palabras
y odio con tanta intensidad como otras amo, me veo incapaz de equilibrar estos deperdicios
o buscarme el optimismo de años atrás, pensando que el resto del mundo era algo relativamente cambiable
y que la ley de la gravedad se reducía a fisica incompleta que nunca podría impedirnos volar.

el caso es que no salgo de estas pesadillas, de un mural enorme como un mosaico de sueños por empezar,
piezas torcidas de algo que nunca es nuevo, siempre usado y muy mal,
hasta el cartel de se vende parece viejo
y reviento a correr para no tener las fuerzas al menos de destrozar todo lo demás.

de aquellos viajes al cielo me queda una nostalgia insufrible ante la lluvia,
el haberme conocido en momentos vacíos me hizo creer que podría atravesar el fuego
pero el fuego resultó ser mi sombra, y la mentira un principio,
y el hacer daño una forma de defensa como otra cualquira.

así, me verás dudar o mirar a otro lado, apoyándome en la pared de la parte de atrás de los recitales,
un poco cansado de la poesía, como quien ha bebido demasiado
o sabe por intuición que los más viejos del lugar saben mucho más que el diablo.

ya sé que este disfraz es distinto de lo que esperabas, ni el traje de gala ni los vaqueros rotos
te dirán mucho más que mi garganta, esta forma de huella digital que se basa en mover los dedos
y estos ojos inquietos que no encuentran paisaje fijo ni deseo variable en que confiar.
ya, siempre se me hace tarde, y vuelvo a ser ese compositor de silencios
que cierra el pico para no picar el anzuelo, lo que pasa es que soy tan torpe que caigo en mis propias trampas,
lo hago tan mal que me quejo por escalofríos de mis faltas de ganas,
para no enjaular a nadie me meto en la jaula y la cierro y luego culpo al resto
de tener que verlo todo a través de barrotes.

dicho esto, sí quería aclarar que me doy cuenta y abro los ojos y me miro en el espejo,
que puede que no sepa cómo pero al final saldré para reirme de las tardes de lluvia que me hacían llorar,
llenaré de rabia mis carcajadas y firmaré todos los te quiero que diga pese a quien pese,
y caiga quien caiga, seré de verdad y amaré por encima de todas las personas,
hasta el sueño más vulgar tendrá algo de poesía
y en las manos la piel de la serpiente nos dirá que el pecado va por dentro, que no hay vocación sino vida,
que el tiempo siempre estuvo ahí con sus soles y sus tormentas a la espera de convertirte en viejo,
es por eso que tengo miedos pero también un orgullo intratable que a veces revienta sacrilegios
y otras se esconde entre cubos de basura, no me digas que ahora no es el momento
de apagar las velas y dejarse llevar por la noche, de poner las cartas sobre la mesa
y jugar al juego en el que tú me besabas los labios por encima de mis trincheras.

será, como ha sido siempre, un camino lleno de altibajos, a saber dónde
y a saber hasta cuando,
pero mira el paisaje, esos edificios tan altos, esas ruinas de siglo XX, esa sangre de instinto animal,
mira esa gente caminando también, buscándose los pedazos entre los escombros,
bebiendo cerveza en la calle, algunos hasta gritando,
será, como ha sido siempre, un camino que costará buenos y malos ratos,
nos llenará de tantas heridas como caricias, un camino dificil de piedras y asfalto,
pero mira, será un camino
al fin y al cabo.

lunes, 9 de junio de 2008

cara más cara

qué hago con todos los otros yoes que solo son cuando no estoy contigo.
qué harás con esa sonrisa que no me corresponde, que me tendré que perder para siempre.

en que momento la honestidad pasa a ser alevosía,
y con qué derecho juego a las verdades universales
en universos de mentira.

cuando el molde es imperfecto, las figuras de barro salen torcidas,
extrañas
y a veces, lo he visto, espectaculares.

me querrás por lo que tienes o por lo que querrías tener, saberlo es tan complicado
como algunos silencios incómodos, ciertas miradas persuasivas,
preguntas que no se hacen para no estropear la fogata.

cada mañana tendrás la feliz ignoracia de no pensarlo
y la desgracia ruidosa de vivir a base de instinto

y soy mío
o no soy de nadie.

los tornillos entran a rosca pero nunca a presión,
eso son las puntas y los clavos
y si no dilatas (regla numero uno del parbulario de la carne):duele.

así que vete pensando que tendremos que fabricar un pozo tan grande
como todos nuestros fondos,
entendernos por codos
y querernos sin querer demasiado más.

porque debajo del antifaz hay una cara-más-cara
que nadie ha sabido cómo quitarse todavía.

y así, desnudos, será fácil no gritar fuego!!! cuando nos estemos quemando,
pero no sabremos si es
por ese "un poquito más" que sabe a impulso de salto
o ese "un poquito menos" que sabe a pasito atrás.

pensamientos microbiológicos

cargador de pilas para esta tarde de domingo en estudio, un chute de gasolina bucal
que ojala pudiera darte en persona,
banderas en la grada para día/rutina y me pido el altavoz
para gritar gol bien alto cada vez que marques
y ser ese que chilla como un loco "prohibido venirse abajo" cuando te veas buscando el balón
entre las redes de tu portería,
me dejaré la vida en las palmas de tus bailes
y pillaré palomitas para verte en todas las pelis que te montes,
animador oficial globos en mano si te da por sacarle los colores al cielo,
seré el pesado del ¡¡¡vamos!!! cuando las cuestas cuesten más de lo que esperabas,
así
estaré con el aire a presión preparado y un botellón de oxígeno de parque
y un montón de golosinas por si el amargo del miedo hace aparición de repente,
y así
con la botella de champan en una mano y un paquete de tiritas en la otra,
con un frasco del más selecto sudor pa batallas
y un puñado de tierra por si todo se llena de oceano,
una cama intranquila donde poder esconderte o convertirte en estrella fugaz de deseos,
lo que tu quieras,
una pequeña libreta corta fuegos llena de bromas y poesías,
trampolín de tirarse a la piscina con los ojos cerrados,
el puño arriba
y un porrito en camino de tranqui que vamos a fumarnos esta tarde,
y así
un regalo sorpresa rollo chás y aparezco a tu lado,
arañazos contra la monotonía,
falta de ortografía estilo rhapsody,
lectura entre lineas de la mano,
piel donde salto al vacío y principio de universo concuerdan en genero y numero
y así
mirando tu risa
como un parbulario embobado que empieza a jugar con las letras,
con maneras de aprendiz de todo lo que se venga encima
o debajo
no podremos librarnos
de darnos la chapa y abrazos, que esta vida tiene cosas bonitas
pero qué te voy a decir
que no sepas tú ya de mis ojos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

futuro y recuerdos

fui con tanta humildad que acabé acojonandome.
aparte la confianza a un lado
y me dejé llevar por una barra que no llegaba al final de nada,
me pedí una birra

y volví a crecer de golpe dos décadas más
entendiendo que jamás podré hacer las cosas que ya no hice,
sabiendo que en cualquier momento
morir es lo más posible que te pueda pasar
y entonces ya no pasará nada.

me picó, cuando yo no miraba, el puto "virus del miedo"
y durante horas, días, incluso semanas
estuvo inyectándome sin que me diera cuenta
esa mezcla de cobardía y ceguera que te machaca las sueños
hasta hacerlos pic adillo de pesadillas.

respiro profundo y trato de leerme la mente
a ver si por lo menos yo me entiendo
antes de que quejarme de que nadie me entiende.

sí, soy (creo) el tipo ese que decía que podría cambiar el mundo
pero ahora, con el futuro cambiado,
voy aniquilandome deseos no rotos
para que nadie puede romperme del todo cuando bajo la guardia.

me he convertido en mi propio guardaspaldas
experto en salidas de emergencia.

la velocidad así es un peligro, correr riesgos una osadía,
vivir de tonterías ya no se lleva,
me cuesta dejarme caer en algunos bares
y he hecho un escaparate de palabras donde escribo la firma
con más interés que un poema.

dejar de seguir principios para no parecer equivocado.

pero hasta cuando,
porque tendré que aprender a leerme entre líneas,
dejarme llevar hasta ese siempre que nunca busqué,
olvidarme del después del después de las cosas
y centrarme en todos los antes que todavía me quedan.

envejecer es pa viejos, y la cuerda más tensa es la que mejor sujeta.

aprieto el paso, me engaño para convencerme,
los malos baches pasan igual de rápido que los buenos,
puedo digerir esta vida y empezar a decir las cosas
en lugar de arrepntirme por adelantado de no haberlas dicho.

tengo el plan de vuelo en las manos
y en cuaquier momento saltaré por la borda:
hay océanos de aire
y tardes llenas de agua
esperándome puñal en la mano,
libertad en la otra,
a la vuelta de una esquina que amasije futuro y recuerdos
entre los sueños
húmedos
de mi retina.

viernes, 16 de mayo de 2008

sueños de mundo

la gente es presiosa cuando no presta atención.
y se insimisman, absortos ellos, en una media sonrisa que no termina de salir.

parece un juego en donde nadie gana
para que así nadie pierda.

los detalles son pequeños gestos diarios que guardan la lucidez
de encenderse un cigarro
y expulsar el humo.

o una conversación en la otra vía del metro
con la cuenta atrás de una máquina que se acerca para separarnos.

nos alejamos en mitad del tumulto, y nadie se fija
en que parpadeas de una forma que pareces enamorada,
o el peruano de la esquina se abstrae quemando hachís en su mano
y hablando solo, por un momento, como si estuviera en su tierra.
¿dónde va a estar si no?


la ciudad crece a través de nosotros,
y se llena de cuestas que nos obligan a tocar la paredes
para sentir nostalgia.

como te dije aquel día: en el fondo también hay superficie,

y la forma de chascar tus dedos
mientras miras, quien sabe si un trozo de vértigo mojado en las piernas
o el susurro de aire que te frota los oídos.

simplemente, te echo de menos.

y por eso miro a toda esta gente, es preciosa,
con sus bolsillos vacíos pidiendo arena entre los adoquines de una lluvia de mayo.

no puedo decirte más
que esta caricia de nada que se queda en mis manos esperando que llegues,

y hay ruido de fondo
y nunca hace frío

y tu puedes llamarte viernes, o como quieras,
mientras se hace de noche y espasmo, busco un mechero

y el mundo
sueña.


jueves, 8 de mayo de 2008

excusas y partos

"si ves que se me va la olla
déjala marchar,
ella también tiene que seguir su camino"

si es que yo solo río de vez en cuando, y muchas veces ni así me sale, se me va la mirada, de verdá, y de repente
ya estoy otra vez rumbo sureste, en diagonal y hacia abajo,
y soy fuerte aunque a veces me hago el blando,
cojeo tanto de tantos pies que me verás y te equivocarás conmigo,
no sabrás si es que voy haciendo eses o es que voy por la vida bailando:
del bailarín al borracho hay una copa de más o una mujer de menos,
tampoco pretendo animar este patio privado de gala,
tampoco pretendo nada,
pero algunos días me salen muy caros
y algunas fantasías solo se cumplen en otros sueños
o en los sueños de otros.

joder, de pedazos rotos no hay nada especial que saber, aquí todos lloramos, ¿no?
mierda si no sabes lo que es, y tanta seguridad de futuro
a mi me da chamusquina, ganas de vomitar, knock out en lista de espera,
pero a veces puedo soltar un triunfo
y ganar una mano, y aun así tampoco verás estridencias más allá de pedir una cerveza
o pedir más cartas, porque voy a seguir jugando.

todo es cuestión de sudar, pero hace tiempo que cambié
una opción de peldaño
por esta escalera en espiral que me deja caer hasta donde no se puede beber más.
textraño. pero no tengas piedad, siempre hemos sido mejores malos
que guapos de la película.

como decía el estribillo de la canción que nunca escribiré:
ni todo va tan bien
ni nada va tan mal.

en el medio, donde fatiga y delirio fuman hachis en mi cabeza,
donde te digo que ando cansado de no hacer nada,
que hablo menos de lo que hablo porque a veces las cosas
son todavía más estupidas si las dices en voz alta,
en medio, justo donde caigo con mis miedos (siempre mis absurdos miedos, eh?),
donde no me tiembla la mano pero sí la voz, y me parezco
a una justificación de mi mismo saldando cuentas (vayase a tomar por el culo, señor freud) con un puto pasado
que me trae a colación sentimientos y deudas,
cheques en blanco, cartas marcadas,
y una colección de excusas y partos que me han llevado
a poder decir con la boca pequeña
y los huevos bien hinchados:
soy lo que soy
y hago lo que hago.

miércoles, 30 de abril de 2008

comparativa de presagios

aquella tarde cerré los ojos en la hierba para esperarte.
me tumbé al sol
y en ese momento de espera
olvidé el mismo final que siempre le pongo a mis cuentos,
las heridas que aun teniendo cicatriz por encima siguen bien dentro sangrandome,
olvidé este miedo absurdo a la muerte
y mi vieja colección de semillas de incertidumbres aun por plantar,
olvidé, y me daba igual, las mentiras con forma de motivo que siempre digo en voz alta,
los tembleques de piernas,
esta duda irrazonable de estar vivo,
todos los cartuchos vacíos que colecciono de disparos hechos al aire
y olvidé, en mi sala de hierba y espera, todo un futuro improbable del que siempre desconfío.

ya lo he dicho, aquella tarde me tumbé al sol, cerré los ojos,
y esperé a que llegases
con ese presagio impalpable que son tus labios atacandome por la espalda.

tumbado aquí en esta tarde, con la casa vacía
y todo demasiado solo,
cierro los ojos y trato de convertir estas sábanas sucias de mí
en pedazos de hierba a medias.

y lo unico que se acerca
es el mismo final que siempre le pongo a mis cuentos,
las heridas que aun teniendo cicatriz por encima siguen bien dentro sangrándome,
este miedo absurdo a la muerte,
mi vieja colección de semillas de incertidumbres aun por plantar,
se acercan rápido y no da igual, las mentiras con forma de motivo que siempre digo en voz alta,
los tembleques de piernas,
esta duda irrazonable de estar vivo,
todos los cartuchos vacíos que colecciono de disparos hechos al aire
y se acerca, en esta cama de soledad y mierda, un futuro improbable del que siempre desconfío.

lo que se acerca

es la ausencia de un contigo
que se parece a un sin mí tan grande
que busco tus labios atacandome por la espalda
y solo encuentro un presagio marchito
deshojándose.

domingo, 27 de abril de 2008

rasguños y cicatrices

reescribo día a día el mismo poema, empiezo de cero y sueno parecido casi siempre.
de serie solo me vienen las dudas, un principio de incertidumbre apto para todas las cosas que no pretendo,
y la seguridad de que no hay muchas cosas a las que aspirar
pero las pocas que hay merecen mucho las penas.

describo una y otra vez el mismo paisaje, memorizo palabras impresas,
y me cito a ciegas a ver si me encuentro algo nuevo.
y aun así, esto sí lo aseguro, jamás te hablaré dos veces de una primera vez,
ni inventaré presagios absurdos que ni yo mismo entienda,
ni apostaré mis ideas con el nombre de otro.

aunque me veas cocinar siempre lo mismo, yo trataré de cambiar un poquito las especias.

mancho paginas y piel a cada paso, me voy conociendo mejor según va bajando el sol porque se está agrandando mi sombra,
no busco otro sabor más allá de saber que sigo vivo,
a veces hablo de rasguños,
otras de cicatrices.

y disculpa si no puedo mirarte a los ojos, pero es que soy de esos
que tienen que mirar las teclas que pulsan para saber lo que escriben.

lunes, 21 de abril de 2008

rebajones

la indiferencia es causal si no persigues ningun tesoro,
o si todos los problemas que tienes en realidad
te dan igual,
y sientes envidia ajena de las preocupaciones,
tratas de pasar por un poco normal
y no sonríes a nadie para que vean al menos que, de una manera rutinaria, tu también te estás muriendo.

es muy posible que todos esos disfraces cotidianos después de la ducha
solo sean merchadising de estilo propio.

el primer producto en venta eres tú, así que procura regalarte.
en cuanto cifras la cifra en que piensas venderte, habrá alguien dispuesto a comprarte.

un día te tropiezas contigo mismo en un escaparate
y solo piensas: ni en rebajas lo compraría.

y te aferras bien a la etiqueta del precio
no vaya a ser que te la roben.

domingo, 20 de abril de 2008

cambio de planes

ando al borde de los equilibrios en la suma de tenerte y darte un pellizco
para saber que es verdad,
que existes en serio y eres capaz de sostener toda una realidad a tu antojo
y es este nunca mirar hacia atrás cuando te tengo delante,
este deslizo primavera en tu espalda,
esta manía mía de no acostumbrarme a verte inmiscuida en mi mundo
que lo transforma todo y todo se parece a la poesía
y los viejos de la linea 5
y los vecinos del ascensor de la sexta
y los mendigos de la plaza de opera
saben pero que muy bien de lo que hablo
y desde aqui te digo que me voy a especializar en tus relampagos
y me voy a intranquilizar en cada nueva cita, y te voy a probar
"a la manera en que los panaderos prueban el pan, es decir, con la boca"
hasta que todo esté tan borroso como mis ojos de 5 de la mañana
y vuelvan los garabatos a mezclarse en tu risa
y mi cama no sepa dónde meterse:
te cogeré en brazos
y por un instante cerraré los ojos para siempre
y hablaré en voz muy baja de la eternidad,
de los suspiros que me callo cada vez que me besas,
que a estas alturas de curso solo aspiro a mirarte de reojo en los examenes,
a escribirte tonterías en los apuntes,
a dejar trocitos de mis desastres en tus bolsillos,
nos pringaremos de chubasco
y entonces comprarás golosinas y yo solo te diré: a ver quién es más dulce!!!
te beberás un oceano de mis miedos en un vasito de agua que pondré en la mesilla cada noche,
tendré que despertarte por la mañana, lo siento, pero es que
dormir contigo es más excitante que cualquiera de mis sueños,
quiero este aquelarre de humo, este complot de elegías,
quiero en verdad cada sombra y cada despiste,
tus medias sonrisas,
este no saber qué hacer ni dónde, pero contigo,
no te vayas demasiado lejos porque puedo mover un planeta para encontrarte,
no me importan los continentes si tu eres el contenido,
y espero que a ti no te importen las confidencias,
los atracos a beso o muerte,
todo lo que se mueve en un sigilo,
voy a pasar mis brazos por tus hombros cuando vayamos al cine,
voy a discutir contigo sobre el final de cada pelicula,
sobre el principio de nuestra historia,
voy a abrir las ventanas de par en par para que entres en mi vida de la unica forma que sabes: volando.
no voy a dejarte en paz ni por todas las guerras del mundo
y también, has de saberlo, serás libertad vestida de sábado
en azul claro sonido mar de vaivén en tus ojos,
mira: yo no sé exactamente qué es lo que haces
pero desde que lo haces
todo es maravilloso.

miércoles, 16 de abril de 2008

respirar sol

respirar sol, besarte.

cualquiera sale a la calle buscando derrotas,
buscando niños jugando a la pelota en el parque,
o tal vez este aspirar con fuerza este aire tan naturalmente puro
que vergüenza da compararlo con el humo de ayer por la tarde,
los dos desnudos, mi habitación y aquel paisaje de juegos
entre páginas de poesía
y tus ojos.

me quedé con tus labios sabiendo a cerveza
y mis manos inquietas sin saber dónde buscarte.

cualquiera es lunes lleno de trozos pero ninguno sabe
que hay un paréntesis
de casualidades vistiendose de ti un viernes de borrachera y noche,
ninguno sabe que tú puedes deshacer todos los nudos,
incluidos los de la garganta.

libre y suave, como una corchea bailando tu nombre en un pentagrama.

así suenas: a intuición que viaja de detalle en detalle.

mira mis sabanas, son un poco como el resto de mis cosas, tan confusas
que ellas siguen esperándote.
antes que cambiarme de vida te dije que cambiaría de traje,
pero mentía.
no había visto todavía las señales de humo en el aire,
y en el fondo, ¿quién sabe quién será el responsable de tanto principio roto?

dejo el futuro en un lápiz, por si quieres borrar algo.
y un espacio en blanco bien grande para todos tus margenes de movimiento,
tus monstruos en el armario,
tus secretos de fabricación,
tus canciones preferidas
y por supuesto,
tus intimidades.

de los sueños no me fío por irresponsables
y de tanto tropezarme ha dejado de asustarme el suelo,
por eso es que puedo confesarme en tus ojos
sin que mi mierda manche el azul de tus lágrimas.

"no era nada, pero parecía todo"
equivocarme siempre está entre mis planes, pero no tengo ningún miedo a hacerlo.

dicho esto,
puede ser que una vez en el camino, algo falle.
no lo sé.
a mirar he aprendido mirándote
y no me queda sudor de ayer, pero sí ganas de mañana.

así que mejor no te prometo nada
que no sea
respirar sol, y besarte.

miércoles, 2 de abril de 2008

of course

suelen mantenerse como siluetas inquietas en la retaguardia,
almacenan fuerzas para las caídas del resto,
tiemblan sujetando las cervezas cuando viene el temporal de rebajas,
saben cómo combatir el frío
y dominar el fuego
y liar laberintos de deseos entre sus piernas,

he visto a muchos
y muy buenos, a los mejores,
babear inviernos entre sus brazos,
deshacerse como gotas de hielo arañadas por las caricias de unos ojos
(qué desnudos estamos ante ciertas armas)
capaces ellos de tumbar ejercitos de rutina en un instante.

son el otro lado de la marea,
lo que llena de empuje la arena
y mantiene la resaca para que todos recuerden.

son un poquito guerrilla
y un completo de guerra: no entienden de banderas blancas,
olvidan enseguida las treguas
y les da lo mismo dirigir un abismo
que timonar barquitos con velas de cera.

una vez aprendí que hay un sitio con el que todos los caminos sueñan.
un horizonte llamado destino.
una meta tan inalcanzable como saber que después de un roce de aliento
no hay mucho más a lo que poder aspirar: una constelación de pecas,
un museo de fuegos e imperfecciones,
un lugar
donde todo lo que tienes se basa tan solo en todo lo que das
y en donde todo lo que pierdes a cambio
te da
completisimamente igual.

ellas, claro.

pero qué coño os voy a contar...


por

jueves, 27 de marzo de 2008

el arquitecto sirio, mi viejo

anoche, leonardo oyola se me acercó muy discretamente, y antes de pedirse otra birra me dijo, con una humildad casi insultante, que él tenía un crío de 3 años, y que ojalá dentro de 20 su chaval le dijera algo parecido.
digo esto, porque ojalá mi padre, mi viejo, entienda que le entiendo todas las veces que se ha puesto a luchar por su cuenta.
ya que sé que a veces se ha pasado por aquí, no tengo más que decir
salvo que bueno, que espero que estés sonriendo por allá, con tu buena gente.



EL ARQUITECTO SIRIO, MI VIEJO

dejame que te llame viejo en las próximas líneas.
ahora que estás cocinando el kipi y el bahmi
y toda esa comida de tu país,
mientras la tere hace ruidos en la silla de ruedas
y la pili la mira de reojo mientras finge ver la tele,
te diré viejo
porque lo he escuchado otras veces y suena cariñoso
y yo siempre te he dicho papa
y en ocasiones incluso te he llamado por tu nombre.
viejo,
tú y yo a veces somos como dos extraños que no hablan de nada.
en verdad nos parecemos poco
y en otras cosas demasiado.
nunca nos pondremos de acuerdo, viejo, en qué carajo es vivir la vida,
nunca votaremos el mismo partido político,
nunca haremos el mismo trabajo,
pero en el fondo viejo bien que nos entendemos,
por eso de que compartimos apellido
y sangre
y pasado
y ahora entiendo todos los años que te pasaste durmiendo fuera,
las interminables partidas lejos de casa,
todas las veces que no estuviste y que ahora veo que sí
solo que yo no sabía verte,
ahora entiendo viejo que has formado una familia lo mejor que has sabido
y te aseguro que es la leche lo que has hecho
luchando
y luchando
y luchando
y bueno viejo ahora entiendo esa mirada que pones
cuando miras abajo,
al suelo,
imaginando tal vez la vida al otro lado del mediterráneo,
imaginando la tierra donde dejaste raíces
y no volviste después
hasta después de tantos años
con visado de turista.
ahora entiendo viejo que a ti no te lo han regalado,
que te has pringado la cara
y los huevos
y te has dejado la piel y las escamas
en conseguir una hinchazón de alma en todo lo que te rodea.
siempre presente viejo,
mientras cocinas en la cocina
el plato que yo comeré mañana
pienso que hay cosas que se piensan por escrito
y se dicen con la mirada.

miércoles, 26 de marzo de 2008

kostas kamakis

pringao, tan poca cosa, que casi ni sé por qué escribo esto.
a medio camino
de chiste y destino es curioso, gracioso casi,
que vengas a vender vanidades
a gente a la que le sobra elegancia.
pero tranquilo, chiquillo, que a letras no nos gana nadie.

por eso voy a explicarte que hay filas de tíos arrodillados
sacando la lengua deseando comerla el coño
y que tu eres la mofa de todos ellos.

que eres el tipico que se come las migajas
para no pasar el hambre que tu calvicie te proporciona.

hablando en plata: lo que te pasa es que no follas,
y cuando lo haces
aparte de mal
lo haces pagando, pringao, tan poca cosa, que ni sé por qué gasto estas letras
(valiosas ellas) en pronunciar tu estupido nombre.

que siempre, me da, has sido el pringao de la clase.
el calvito desde los 20.
el bajito del grupo.
el que siempre se queda aburriendo las paredes
y los camareros
esperando que en su desprecio alguien le haga caso.

ma parto, tio, me parto, te lo juro,
viendote intentar con malabarismos de cutre poetrasto
llegarle a los tobillos a quien ni siquiera te ha mirado.

pena das.
vergüenza, si es que hay alguien que te quiera.

mientras sigues rumiando tus tristes sobras de mendigo en ciernes
yo me voy a dormir
en sabanas calientes
entre las delicadas piernas de tus sueños más ardientes (tus babas lo demuestran)
para que puedas
seguir fantaseando con mis realidades
y seguir carcomiendote de asco cada vez que dices
una de tus gilipolleces.

y este poema no lo firmara nadie, kostas kamakis (hasta en eso te quedaste en hortera),
pasará tan desapercibido,
tan cutre y lleno de olvido,
que tendrás tiempo de sobra (la vida entera chaval)
para poder agobiarte con tus propias limitaciones,
tus ridiculos intentos de ser alto, guapo y fuerte,
pringao,
tan poquita cosa eres...

lunes, 24 de marzo de 2008

chasquidos al aire

qué importa que llueva si tú ya no lloras.

sigo mojado, como en otros en tiempos, pero ahora son otros
los sueños que empapan mis barrotes.

las palabras son baratas y normalmente
no llegan a ninguna parte
aunque a veces se especializan en oasis,
en pinturas de colores,
en besos de última hora.

porque nada se parece a ese instante en que se abre la puerta
y apareces con tus "despierta!" dispuesta a revolverme el mundo.

traje de gala para las malas noches,
desnudos para los buenos días.

hacerte boceto para nunca terminarte, y así perseguirte
como un borrador ex-adicto a los tachones.

solo aquí, donde firmo cortes de sangre a base de huellas
puedo maldecir tantas letras que empezaron siendo cenizas
y termianron siendo disfraces..


donde al fin son los secretos y la magia
lo único no confesable,
donde todos morimos por las mismas cosas
y vivimos por distintas personas,

la parte de atrás del tiempo decidida a darnos la espalda
y nosotros, más decididos todavía,
a hacer de la vida
chasquidos al aire.

martes, 18 de marzo de 2008

volver a donde, volver a qué.
carlos salem.

no lo sé, pero algo intuyo por sentimientos
y cosas similares tipo
la sonrisa de vagón de tren que pongo cada vez
que llamo a frontela desde chamartín
una vez dejo las maletas en su sitio,
billete en mano
le voy contando los horarios que tengo, las ganas
de cenar la comida de mi madre,
la hora exacta a la que no podremos quedar esa noche
pero sí,
sin problemas,
media hora más tarde.

volver a qué, carajo, para mí es un poquito mi vieja
y un poquito mis viejas, con esa fría ternura
que solo desprende las caricias que no das a tu familia,
los abrazos que te cortas por eso de guardar formas
y mantener costumbres,
las miradas furtivas a mi madre en la hora de la cena
cuando la abuela pregunta quién sabe qué
y todos pensamos a la vez la misma respuesta igual de absurda.

cosas de esas. volver a dónde, joder, es una calle muy larga
donde frontela se apoya en un portal después de picar en mi casa,
el porrito a medias,
la barba marcada,
e historias de dos meses separados en donde tenemos que decirnos por miradas
todo lo que, por telefono, no podemos contarnos.

volver a qué, ya ves, es despertarte con el ruido de la gente de provincias de fondo
y ver que muy pocas cosas cambian por aquí,
los chiquillos del recreo de la salle llenan de ruido la primera esquina a la derecha
y los repartidores, también aquí, no escriben poesías en los albaranes,
las señoras de 50 parece que tienen 50
y los chavales llevan en bolsas de plástico las pelotas a las que luego pegaran patadas.

sé que Gardel tampoco se refería a esto,
pero todos tenemos nuestras listas minutadas de detalles.

cabrón, no te rías así, que tú también.
y todos sabemos.

por eso no sé qué contestarte muy bien cuando tú mismo respondes a cerveza callada
las preguntas para las que nunca, dices, tienes respuesta.

son un poco mis colegas
y mis calles
y una habitacion llena de posters que no quiso crecer conmigo el día
que hice mi primera maleta.

frases clavadas en la pared de cuando yo era otro
pero ojo,
de eso
es de lo que no quiero olvidarme.

así que no sé por qué volver a dónde
y volver a qué,
según tú lo dices, me suena tan propio.

tan mío.

habría que ver de qué estamos hechos para entender
que detrás de los contenedores donde aprendí a vomitar
y detrás de tantas y tantas papeleras que solo supieron de mí que era un cúmulo de borradores
y detrás del primer semaforo donde paré por primera vez,
justo detrás
está un un trocito de dónde
y un trocito de qué
que llevo tratando de asimilar toda mi vida,
esa vida
que vino después.

un diario del que nunca pasé de la primera página.
un diskete con un cuento de navidad que hablaba de gusanos y mariposas.
la segunda chica a la que besé y me llenó de nada un instante que podría y debía haber sido especial.
horas y horas en la puerta de una sala de máquinas donde un juego llamado pang!! era tu mejor opcion de futuro.

volver a donde, volver a qué,
tú,
que siempre vas,
deberías por eso saberlo muy bien
y yo
que siempre voy
debería admitir
que tampoco lo sé.

domingo, 9 de marzo de 2008

mardiscos

es verdad que carezco de estructuras entre estas letras,
que argumentos pocos, que tengo mis muchas malas costumbres
y mis pocas buenas,
y es verdad que solo sé jugar con destrozos, llenarme de sangre ajena
y pintarme la cara mientras hablo de pánico
y de palabras importantes que agrandan en mi boca un vacío que se aleja totalmente de lo que siento.

aquí estoy, y estas son mis apuestas, jamás creí que llegaría tan lejos,
en la cresta de la ola te das cuenta
de que el mar es un cumulo de agua no demasiado diferente a que todo parece lo mismo,

toda esa gente, tus cosas, el intimo lenguaje del abismo cuando todo tiende a color silencio,
a portal orquidea,
a remite anonimo de ya me conoces pero nunca me ves, joder tía,
voy a dejar de creer en las minifaldas,
voy a empezar a doblar los desprecios, voy a meterme en un sobre
y que otros decidan por mí porque si es por mí que ni lo decidan.

y es que no me cuesta ni un gramo decir que estoy bien así,
que tengo esas horribles pesadillas contigo y estas raíces que no me dejan cambiarme de tierra,
que todo es una puta mierda en muchisimos momentos
y que ni eso quiero cambiarlo.

"de tu viaje al fin del mundo yo no quise saber nada,
de mis noches sin futuro te negaste a conocer" *

mañana siempre me ha quedado lejos, nunca llego más allá del desayuno, de noche todo es
mitad confuso
mitad cristalino al horno,
me aferro a cualquier caricia que me sirva de olvido,
pierdo trozos de memoria que luego encuentro de madrugada y perdido, un martes cualquiera,
en la peor semana de mi vida,
esas cosas que digo siempre de caer y rebota pero esperate,
de principios sabes que no cambio,
los trajes a la medida de otro,
el primer asalto al vacio y muerte,
resumidos los dos en el titulo de un disco adicto a nosotros "no me quieras tanto, quiereme mejor",

y bueno, como ves tiendo a morder casi todo lo que beso,
soy mal perdedor, peor ganador, padezco de crisis agudas de remordimientos
y no sé lo que quiero
pero a veces
sí he sabido que lo había encontrado.





* pablo moro singing it

miércoles, 5 de marzo de 2008

remember

Salvo creer en las perdidas igual que un empresario suicida adicto a cerrar negocios,
un estupido mago que cree todavía en su sombrero de copa
mientras le roban
por encima de la manga
el conejo, la chistera, la cartera y el as de copas.
Excepto este rollo de borracho barato y torcido
lo único que me queda
son los numeros rojos de los sueños que no me robaste por tu cuenta
y que por mi cuenta
todavía no he perdido.

Traquila, procuro dejarte a salvo de todas mis autocomplacencias.
No sabrás lo mal que lo paso,
las cosas que pienso,
las cosas que hago

Tranquila
que seguiré sonriendo implacable en cada cita,
seguiré, qué remedio, respondiendo cada correspondencia.

aunque te siga de cerca los pasos
y te siga recordando
en todas las noches que se parezcan a esta.

martes, 4 de marzo de 2008

silencio, se rueda.

es que me sale así, de mal y cinismo, todo junto en un pack
de un día cualquiera,
de costillas pa dentro todo es sudor,
y no sé seguir el plan establecido
ni establecer planes,
tengo un sabor a delicia de olvido en la boca,
me lleno de grietas,
soy áspero y en cuanto nadie mira escupo rotos de odio
y restos podridos de caricias
que dejan el olor de mis manos en el ambiente.

es que no sé explicartelo de manera fácil
pero ando hasta el cuello de nudos,
no me sale decirte que sí, que estoy bien desde que nadie me lo pregunta,
joder, si todo se redujera a un polvo con hachís al fondo
vivir sería una cosa de animales dóciles,
de almas primitivas
y de quinielas.

esta cerveza y la que vendrá después (porque después siempre viene otra, siempre vuelve) es de lo poco que tengo y no dudo:
tienes que beberte tus propias lágrimas para que ella lo note en el sabor de tu semen.

dejame llegar hasta el limite ese de anunciar mis propios faroles,
de romperme en trocitos
para después
poder recomponerme en lo que yo quiera, que el mundo esta ahí,
en un escenario que a mí me recuerda a teatro y mentira,
sabes que nunca me gustó el sonido de los aplausos con la jodienda de todo
y que tiro a matar y me tiro a muerte
y que no tengo que simular mis guerras, porque las vivo yo solo
y yo solo me vendo, pal que me quiera.

"al menos no nos hagamos los fuertes..." pero qué quieres
si a reir lo aprendí de la tristeza.

estas cosas pasan y se pasan, y al final
siempre es lo de siempre
salvo que no hay final que valga.

la falta de algo que no es ni alcohol ni sangre me deja tan seco el alma
que parece whisky con coca.

tengo un mar de naufragios donde poder ahogarme sin ti,
y no voy a dejar que me salves, ya me conoces.

cada noche la misma pesadilla: lanzo un beso al aire
y se pone a llover.

beberme mis propias lagrimas...
puede ser,
siempre puede ser, claro, y también puede que no,
suelo estar equivocado en muchas cosas, soy así,
y no tengo que ser feliz a tu manera
ni a ninguna otra,

en mis manos: suciedad de tierra,
polvo de nada,
silencio, se rueda.


sábado, 1 de marzo de 2008

más allá

los destellos que dejabas en los retorvisores después de que saliera el sol
y tú todavía con esos pelos
hacían que me preguntara si volvías borracha
o te acababas de levantar.

el camión de la basura que nos empujó a mojarnos del todo
y desde entonces
nos pusimos hasta el cuello de barro
y de deudas
y de ojeras tan grandes que tú las llamabas orillas de pozos.

porque tienes esos ojos
y dan ganas de bañarse en ellos.

las dudas que te surgían al final de cada calle
y cómo torcías el gesto cuando no encontrabas un buen sitio,
el mejor,
para fumarnos un porro.

"forever young" mi vida,
hay personas que siempre morirán jovenes,
la inmortalidad les negó la elegancia a los dioses,
y desde entonces matan
para sentirse humanos.

las ideas formaban líos de seda en tu pelo
y yo me enredaba en tu tela de araña
cerraba los ojos
y me dejaba llevar
a donde no hacían falta palabras.

la tierra de las caricias y los arañazos,

aqui cerca,
a tu lado,
el más allá del más allá.

sábado, 23 de febrero de 2008

all right

Estoy bien, creo.
Ando un poco cabizbajo porque el suelo, últimamente, me recuerda más a mí que al cielo, no lo sé,
pero estoy bien, en serio, no me va mal.

Estar con ella me mosquea un poco, no me encuentro bien,
me lleno de reproches, de asteriscos, soy un poco lija
y no me gusto demasiado,
me corto,
cambio,
va… me quiero ir o no estar con ella,
pero luego, cuando ya no está,
me pongo a hablar solo pero como si aun estuviéramos,
como si todo siguiese igual,
tengo conversaciones conmigo mismo en donde busco
sus respuestas
sus gestos
su fina intimidad de escucharme sin hacerme demasiado caso,

pero es que todo va tan deprisa que ni me entero,
y estoy bien, creo,
hay una chica que dice que me quiere, le gusto
y me dice cosas bonitas, groserías a veces, me cuenta su vida
y yo la escucho,
pero es que creo que he acelerado mi consumo de personas,
se gastan antes y más rápido,

no sé aferrarme a nada, ya me conoces, y luego me siento un extraño adicto a las nostalgias,
claro que estoy bien,
además tengo un curro en donde puedo aprender cosas,
y la gente es maja y tengo ideas en la cabeza,
proyectos futuros míos: el largo ese de mierda,
pro-vocación,
leerme el quijote,

y gente muy buena a mi lado, llamo a jorge todas las semanas,
y sino a dano, y quedo contigo
que me escuchas entre cerveza de día y gramo de coca,
nos conocemos de unas cuantas ya, yo estoy tranquilo ahora, estoy tirado aquí
y tú me preguntas y yo te respondo,
somos lo que somos, no?
No lo sé, no sé si soy feliz, pero es que tampoco me parece lo más importante,
no crees?
tengo estas sensaciones, bolsillos, no? quiero decir que a veces acierto
y a veces la cago, un poco como todos,

Claro que estoy bien,
he probado unas hamburguesas maravillosas en un bar de malasaña,
están super ricas, ya verás,
y últimamente, por la noche, cuando estoy en mi casa y estoy solo, escucho trenes
y yo no sé si estarán en mi cabeza
o estarán ahí fuera,
hace tiempo que no distingo esas cosas,

me entran cosquillas en la garganta según te lo cuento,
y en lugar de ganas de reir
tengo ganas de llorar,

pero no estoy mal, en serio,
es muy bueno casi todo lo que me ocurre,
no tomes tan en cuenta mi piel fría, mis ojos fríos, mis labios secos,
es solo
que a estas horas,
tan cerca ya de la media noche,
estoy deseando que se acabe ya el invierno.

martes, 5 de febrero de 2008

vértigo

(No es que tenga miedo a volar
pero sí me da vértigo lo alto que podría llegar contigo).

Por definitiva, (y no creo en las definiciones fuera de la hoja de papel)
ni quiero ni puedo atreverme a pronunciar
esa frase que viene a la mente con tanta facilidad que hasta duele:
no nos conocemos.

Pensar en esto de alguna otra forma que no sea para siempre es nuestra única posibilidad.

Tal vez nos dejamos llevar por direcciones diferentes,
distintos intereses donde yo malamente podía arbitrar batallas
y tú, con dignidad y acecho, sabías hacerte la fuerte.

Te miro a veces y sé que me conoces mejor que este poso de cerveza
que llevo como huella dactilar,
pero también es verdad que ahora solo podría contar mis heridas
a cualquier desconocido.

Que me cuesta pronunciarme en serio porque, y los dos lo sabemos,
no tengo ni idea de lo que quiero.

Me siento como un extraño solo en mitad de una ciudad demasiado grande,
o demasiado pequeña, según se mire.

Bajo las escaleras porque hoy tampoco me quedo a dormir
y tengo pequeños naufragios camino del metro,
pasos en los que no acierto a evitar el bache
y miro cómo es el fondo
con los dos pies.

Adentro.

No hay nada peor que saber lo que tienes que hacer
y no hacerlo.

Supongo que todo tiene que ver con esta sensación de que algún día,
sin saber muy bien por qué,
algo me llevará de nuevo a tu cuento
y te buscaré como un cromo escondido a los 5 años, 20 años después.

Sueño, desde la primera noche, con que ese día

todavía
estés.

la sí sensación

Hay gente que nunca sabrá lo que es un domingo por la mañana sin despertador y con toda una resaca por delante para compartir enterita con una desconocida de 17 años. Hay un absoluto de no sensaciones que humanidades de tiempo jamás vivirán. Muchos de nosotros moriremos sin saber lo que es el sudor frío, helado, de alguien escondido detrás de los restos de su casa, con su hijo muerto al lado y tiritando de ruido para que no descubren que todavía vive.
Hay una mayoría de animas anónimas que se perderán el sabor extraño de lo cotidiano, o el amargo gusto de una cerveza en un bar tranquilo, hay épocas de antepasados que jamás hicieron un botellón. Ni escribieron poesías en italiano para que un francés lo leyera en el link del blog de un holandés que vive en España.
Una selección olvidada de la humanidad no montará un coche electrónico con los regalos de reyes, ni sabrá lo que es llegar hasta la cima del mundo para pensar que tampoco es pa tanto.
Algunos jamás sentiremos el filo de la duda con una navaja en el cuello, y pensando que a lo mejor sí merece la pena tirar la moneda al aire. Y que salga lo que quiera.
Hay eternas circunstancias de gente que va a perderse muchas cosas.
Hay muchos más de 1963 años de evolución que no pudieron leer rayuela en un banco de un parque, una tarde con niños de fondo.
La mayoría de gente que conozco no sabrá lo que va implícito en un beso 60 años después del primero, y que sepa con la misma intensidad, pero con un punto de añejo. Ni se acercarán al éxtasis de la ternura al ver a tres hermanas de ochenta y pico años discutiendo, cada una a su manera, pero todas a la vez.
Hay gente que desaparecerá sin haber amado, con todos los saltos al vacío que conlleva. Hay gente, incluso, que desaparecerá sin haber odiado. Sin el sabor salado de las lágrimas de la rabia en la saliva.
Resumimos un todo con frases que empiezan con “la vida es” y lo rellenamos de instantes y verbos que son y se hacen, y también de ausencias.
No sensaciones que no existen, el grito de todo un país resumiendo la felicidad absoluta puesta palabra con millones de toneladas de vida gritando gol en el mismo momento el día en que España gane el mundial.
Somos una especie acostumbrada a perdernos cosas.
A no sentir lo que es iluminar la gran vía de noche un día cualquiera, sin cámaras de por medio, solo para ver cómo queda.
Lo aceptamos, vivimos lo nuestro, y miramos por la cuneta para ver lo que hacen otros.
A veces, hasta imaginamos.
Gente resignada a que nadie vivirá las cuentas ajenas, lo de nadie, gente que a su manera será y será feliz a ratos, y a rotos se morirá por dentro.
Ese es el juego, a veces se gana,
otras en fin.

Solo, creo, hay una sensación absoluta y real, una sí sensación inevitable para cada raza,
cada tiempo,
cada eternidad: una sí sensación que cada rostro nuestro vivirá quiera
o no quiera:
la intima inmensidad de la nada en el cálido instante de cerrar los ojos,
sentir la muerte de cerca,
y tener que dejarse llevar.

contrarios

sé que sueño contigo, aunque no sepa quien eres cuando lo hago, porque tengo durisimas razones que sí se acuerdan,
además tus medias se deslizan mejor si yo las rompo primero,
o si tus piernas juegan a hacer interogantes en el aire
y es mi lengua la que prueba a dibujarte en el espacio.

tienes razón, no sé muy bien de lo que hablo
porque siempre te reconstruyo a cachos, pieza a pieza,
abriendo los ojos para abrir la boca con cada engranaje.

porque no me hace falta observarte entera viendote de espaldas y desnuda
mirar por la ventana quién sabe a dónde.

es una cuestión de tobillos y muñecas,
es una cuestión de "nena, es imposible perder el tiempo contigo",

digamos "abrigo de aire inspirado" para hablar de cuando tiemblas
y sudas
y pones cara de voy hacerte lo que me pidas
y lo que no también,

esas cosas,
esas buenas manías de dejarnos la piel
y acercarnos al momento de la guerra,
morirte de espasmos y vivir de sed para tragar ipso facto lo que nos echen,

puede ser que el problema sea que nosotros seamos,
y también al revés,
polos derretidos de abismo atrayendo a sus contrarios.

whisky con manos

las manos frías de sara saben a jazz,
a whisky con agua, pienso, mientras toco un mechón de pelo de mi madre,
mirando la tele, quien sabe por qué, se me ocurren tragedias alternativas a las de los libros de historia: una epidemia de un virus antivirgenes que en los 80 fue bandera de la promiscuidad,
un business fly que acabó estrellado contra el ridiculus palace,
el último trozo de tierra no pisada que fue robado un 14 de febrero del museo natural de escoria, y lanzado desde un globo ocular por un hombre enamorado de la luna.

sonrío, y las manos frías de sara me saben a leonor walting con mochila.

mi madre se estira y la tarde se contrae por segundos.
ya queda menos, mi vida, ya...

adoro los trenes porque aceptan mis ojeras y mi desgana,
nunca preguntan, y si hay suerte te invitan incluso a la segunda cerveza
o la tercera ciudad.

me gustan los trenes porque saben que los paisajes duran lo que tu quieras mirar.

hechos nimios, detalles: ese sitio donde todos vamos de vez en cuando
a tirar los restos del naufragio por la borda,
ese lugar donde todos lloran para que nadie les diga...
una espina polar me revienta las costillas en las ultimas madrugadas
y "acierto de suerte" me suena igual que "alivio de luto" pero sin tanta tragedia escondida.

las manos frías de sara se fuman mis palabras entre la niebla,
y mi madre bosteza pero nunca confiesa que está aburrida.

los baúles de la calle libertad tienen todos candado, saben proteger sus nostalgias,
y escuchar a lichis llorar borracho vale 6 euros sin consumición,
es barato, pienso, en tragedias como no lograr
encontrar otros zapatos como estos, otros vaqueros como estos,
otro sombrero igual,
tener que cambiar de gente ahora que me había olvidado del suicidio,
tener que teneres sin saboríos mangos sartenes y esas cosas,
me marcho pa casa amigo, tengo que hacer los deberes
y ya nunca hay mañanas con clases, pupitres teachers y pizarras,
ahora levanto las faldas de mi compañera de celda y no encuentro respuestas a mi pregunta: por qué seguimos simulando que esto funciona?

de verdad pensamos que podremos llegar, sea cual sea la meta?

quien coño puede esperar algo de alguien a estas alturas?

una pintada en una pared de salamanca me enseño a cambiar el slogan: "otro mundo es imprescindible"

y las manos frias de sara saben a jazz,
a whisky con agua, pienso,mientras mi madre
es un concierto de caricias y silencios para salón de star.

aliento

coger un origen, cualquiera, el final de una calle
o ya sabes, esas escaleras afiladas como relojes en los bolsillos de otro,
meter un otoño muerto entre las hojas virgenes de una iliada sacada en fasciculos
y luego beberte un traguito de tiempo, medio gramo de olvido
y confiar, poner tu vida en los reencuentros
y lo que sobre en las casualidades,
hacer como que crees en el mundo y te aferras a los razonamientos,
a páginas enteras
y restos amarillos de vida,
el rencor añejo de todo lo que no hiciste te nubla entonces la vista,
pero solo si es noche y es martes y esas cosas,
y piensas en asuntos referidos a la culpabilidad, o en tumbas que se abren solas
y tienen un cartel de bienvenida en la entrada,
y quien sabe si es ahí donde dices yo por primera vez con la boca pequeña,
o tal vez te das cuenta de que eso es, precisamente, lo que has hecho
antes de llegar hasta ahí,
hasta ese punto donde te encuentras, con la ambigüedad que te da saber que más allá de las palabras todo son intentos,
imagenes que te coleccionan para el album familiar del futuro,
llega la inconsciencia de no saber impedirte los saltos al vacío,
te emborrachas como si fuese la primera vez
y tratas de no vomitar demasiado alto, y si es posible profetizas
alguna risa, te buscas en un ojalá,
haces inventario de utopias y aun así
muchas veces ni con esas sales al paso,
los miedos, eh? siempre están al alcance y nosotros lo usamos como mal sabemos,
ni siquiera estamos preparados para hacer esas preguntas
y lo primero que habrá que entender es por qué no entendemos.
lo otro vendrá después, seguido de muchisimas cosas,
y seguiremos aqui, los que sigan, y esto seguirá siendo un planeta
de tipos perdidos,
de errores,
de ilusiones creadas al azar de una especie confundida y torcida
pero con mucha imaginación,
y ni eso será para tanto,
moriremos igual pero un poco menos, dejaremos que algo se vaya en el aire,
se extienda
no sea que,
quién sabe,
haya un lugar más allá, el extremo de otro espacio,
otra vida,
y también allí se necesite un mínimo aliento
de poesía.

espejo de 360 grados

esta ciudad me sabe a un bar abierto donde gente
que te mira al entrar
se da la vuelta en el baño, para esnifar las reglas de su partida.

todos hacen trampas
y mientras
nosotros
nos hacemos daño.

porque aprendimos juntos a jugar sin simular sentimientos
y cuando el juego se volvía jodido
tú te jodías igual y absolutamente a nadie
le importaba una mierda.

de ahí que sepas llorar a las 5 de la mañana
o después de comer
o antes de volver a salir de fiesta.

de ahí que siempre quieras vomitar cuando alguien te habla de simulacros,
o te venga uno de tantos a venderte papel higienico reciclable
como si el folio y la sangre no fueran un lugar solitario.

dices venga ya, pero querrías insultarles pa que se dieran cuenta.

aun así te vienes a vivir conmigo, y entre peta y peta,
miramos el humo que aun nos queda como el mejor regalo de navidad posible.

los reyes del mundo, me dices, saben mucho de triunfos
y muy poco de trincheras.

y un poquito
sí empiezo a creer en aquel mr. darkness que habita en la esquina del olvido
y con luz escribe la génesis de la nada
en brillante sintonía con la noche del insonmio.

nunca se sabe, pero este circo ha perdido gracia
desde que todos hemos ganado en contundencia.

ansias
de llegar tan alto y lejos
que hasta olvidamos las metas,
igual que un guerrero despierto que tiembla
porque ya no sabe quienes son sus enemigos
ahora que ha ganado la guerra.

pobrecito, te digo, seguro que él no sabe
construir puentes indestructibles para personas sin río
pero con saliba,

de todas maneras
hace siglos que el ser humano da vueltas sobre sí mismo
y aun así
pensamos que avanzamos hacia algun lado
y en realidad
no nos movemos del mismo trozo de tierra.

rescate

querías mis versos contra la pared, atado y sin argumentos,
acorralado para que puedas ver de verdad el absurdo invento que me he montado,
herido sin saber por qué, ya,
lo sé: presumo de errores para no tener que corregirlos.

pero te digo: nunca me he unido al enemigo.

"tampoco te has muerto luchando contra él".

lo curioso de la vista del pez es que solo necesita un espejo
para sentirse a salvo.

nuestra historia o un papel mojado.
siempre "ha podido ser"
y hemos sido, voy a decirlo, lo que hemos querido.

y lo que no también.

así que jamás vendrás a buscarme, y ahora que por fin sé
que puedo ahogarme a gusto sin temer que nadie me rescate,
ahora tiendo la mano y me largo con el primero (la primera, ya sabes)
que quiera agarrarme.

martes, 1 de enero de 2008

trío de reinas

la abuela se sienta todas las mañanas en la mesa del comedor, y se queda parada, pensando supongo, situandose en dónde está y con quien.
las noches la desorientan demasiado, y es dificil explicarle
que su abuela no está, y la abuela ahora es ella,
que yo soy su nieto y mi hermana su nieta, que nos va bien a los dos
y ella apenas llora un segundo
y me dice que se alegra, que está muy bien y es feliz y no pasa nada,
solo que
no se acuerda.
eso a pili le cabrea mucho. y le echa la bronca por no comerse todo el pan, por confundirse de nombre, por no acordarse casi nunca del abuelo.
la abuela pasa y se acerca hasta donde está la tere.
la confunde con su madre. yo se lo explico.
y la vuelve a acariciar mientras la tere solamente llora en su silla de ruedas, mastica un trozo de pan que le ha dado mi madre, gasta todas sus fuerzas en tratar de apartar a su hermana, mi abuela, y ni eso lo consigue.
luego la abuela se acerca y me dice que hay que ver lo mal que está la tere.
la abuela me dice: para eso mejor que se la lleve dios.
y yo pienso que bueno, que un poco de razón sí tiene, que aferrarse a la vida puede ser como arrastrarte casi todo el camino, y no llegar a ninguna parte.
le digo: sí abuela, tienes razón.
y pienso en la tere porque ella nos iba a buscar a mi hermana y a mi cuando saliamos del colegio, y nos compraba bollos los lunes y los miercoles, y nos enseñaba canciones guarras y chistes verdes para que no se los contaramos a nadie.
y la abuela mientras me dice: y hay que ver la mala uva que se gasta la pili.
y yo pienso que sí. que antes, cuando todo iba un poco mejor, cuando todos eramos más niños y ella dormía en mi misma cama (fue la primera mujer con la que dormí unos 7 años de mi vida), ella tal vez era más feliz, no lloraba tanto, y el mundo era algo más entendible, menos extraño.
la abuela se sienta en mi cama, y me observa reconociendome: tu eres escandar.
yo asiento con la cabeza porque no me atrevo a decir más que sí, no me atrevo a decir: sí abuela, yo soy escandar.
y me pregunta por mis cosas, me pregunta si me va bien, y la tere que de pronto empieza llorar otra vez y la pili le pregunta: qué te pasa, Tere, por qué lloras, y la abuela me mira y me dice que qué hago en madrid, y yo digo que no lo sé muy bien, pero que hago cosas y me río bastante.
eso es importante, me dice, y me la llevo al salón de nuevo, donde mi madre le da un chocolate a la tere ("le tranquiliza bastante" me dice) y la pili está sentada a medio metro de la tele, pero no ve nada, tiene la cabeza en sus 92 años de memoria intacta, y ella sí que recuerda la silla de ruedas de su padre y mira a la tere, y a veces, yo lo he visto, se le saltan las lágrimas. la abuela entonces le pregunta qué te pasa, y ella se cabrea con la abuela y le dice qué te pasa a ti, y se ponen a discutir las dos, casi siempre la abuela pasa, casi siempre la pili se enfada y lo siente.
la pili se hace chocolate por las mañana, la abuela moja lehce en pan caliente, a la tere en lugar de pan, mi madre (o mi tía, depende)le pone galletas.
luego pastillas cada una con su cual. se visten y arreglan aunque a veces no salgan. mi madre acerca la silla de ruedas a la puerta del baño y peina a la tere, y yo pienso que jamás se me habría ocurrido a mí eso.
donde sea, pero peinado y presente.
pienso que si un día soy yo el que tiene que cambiarle los pañales a mi madre, o levantarla pa pasarla de una cama a la silla, también la pondré muy guapa, y la peinaré todos los días.
porque la vida tiene estas cosas, y la dignidad nunca da igual.
la abuela bosteza. la pili cojea por el pasillo. la abuela pregunta cuando nos vamos, y yo le respondo que no, que no se va, que hoy se queda a dormir, y no trato de explicarle más porque sé que mañana lo va a preguntar de cualquier otra forma.
la tere pa entonces se ha puesto a insultar, y a llorar más fuerte. mi madre la acaricia y le dice preciosa, ya está, y la pili le pregunta qué quieres tere, y tere solamente llora, llora y a veces grita, da un alarido, pronuncia claramente la palabra mierda, y vuelve a callarse y a meterse en su cabeza.
la abuela se despista y al llegar al pasillo ya no sabe donde está, entonces se cruza con nur que la orienta y la lleva al comedor. la abuela come mucho y come muy bien. todo lo que le eches.
la pili come despacio, y con muhco tiento. calcula lo que quiere y lo que no, el tiempo que la supone cada bocado, el dolor que le puede producir en los dientes. para entonces a la tere ya la han dado de comer, y reposa en la silla y nos mira con un trozo de pan o queso entre las manos que mastica, chupa más bien, mientras en la mesa la abuela dice que a su padre le encantaban las sopas de ajo y el bakalao.
será a santiago, a tu marido, a quien le gustaba el bakalao, replica enfadada la pili.
a mi padre, dice la abuela, a mi padre.
y la pili se enfada más porque no entiende que la abuela no eche en falta a su marido, que no pregunte por él, que sea ella quien se tenga que acuerdar de todos.
el peso de la memoria, me digo, alguien lo tiene que llevar a cuestas y eso seguro duele.
pero la abuela llora también, poco y muy brevemente, porque la abuela sabe que la vida, en fin, y también la muerte.
y las tres se despliegan en una casa experta en arrugas, las tres se mueven a través de su historia y viven este atardecer de principios de siglo, las tres envejecen
mirandose a la cara, cogiendose de la mano, callandose las cosas buenas, diciendo solo las malas,
con ese caracter de castilla y cerrado, mujeres hechas en hornos de piedra y barro,
de trigo y simiente,
mujeres que han estado a mi lado
y lo estarán siempre.

sé de sobra que si existe ese dios en el que ellas creen,
llegará la tere un día y le echará la bronca.
llegará la abuela, y le dirá: hace buen día, verdad?.
luego llegará la pili, siempre la última, siempre inmortal, y preguntará: se puede?.
y dios entenderá por qué no creo demasiado en él,
por qué hay cosas que el no sabe
y yo sí sé.

quién sabe?

se me van tachando cosas que quería hacer y algunas, varias, no por haberlas hecho.
pienso en que mañana siempre puede ser otro día,
pero también creo que hoy es una cuenta vacía con un viaje suspendido,
un beso a medias,
un mensaje que nunca contestas.

tengo alguna señal en el antebrazo y no sé qué significa
ese stop que todos señalan con el dedo.
me detengo a mirarme
y lo que veo es más parecido a una tarde de lluvia y nacho vegas
con la tristeza de fondo, que a un recital de bar y sordina con risas en los altavoces.

es poético, vete a la mierda, porque no es divertido.

habría pagado en secretos esa danza en tu vientre que ya no hago.

te quería haber susurrado cualquier capítulo de rayuela, uno elegido al azar
y que tú me dijeras lo que te parece,
y yo mirarte
y con eso a veces me basta, te lo prometo,
que la distancia mata molinos y mata gigantes
y la distancia
mata.

no es que ande tan jodido por las tardes,
si me ves pasear por las calles de palencia te darás cuenta de qué sé
disimular sentimientos
y que además se me da muy bien. o eso creo.
con tres cervezas de más, o con un par de cubatas,
empiezo a temblar y a doblarme las piernas, me caigo al suelo,
me escondo en la espalda de mis amigos,
hago esfuerzos sublimes por levantarme,
respiro en espiral,
y al final de la noche vuelvo a casa y vuelvo a preguntarme
cual será la llave ahora que he encontrado la puerta.

y nadie lo sabe.

nadie lo sabe,
y tu tampoco estás.

límites

ando metiendole caña al cuerpo.
buscandome mis propios límites.

supongo que tengo curiosidad, necesidad incluso, por saber
cuantos mundos puedo aguantar sin respirar,
cuantas escaleras vuelo a la vez,

cuanta mierda puedo guardar antes de reventar hacia afuera.

quiero ver hasta donde podrían llegar las ojeras, si yo las apoyo.
cuantos días puedo estar sin beber ni una gota de alma.

quiero
saber
dónde quedan las metas y dónde llegan mis pasos.

cuanta arena me puedo tragar antes de ponerme a vomitar tiempos muertos.

hasta dónde soy capaz de llorar.

quiero mis limites conmigo, y luego cruzarlos.
hacerme añicos y contar en cuántos pedazos puedo morirme.

cruzar la linea del ya nunca estarás a salvo.
cuantas verdades puedo arrojarme a la cara antes, justo antes, de volverme loco.
en qué punto la sustancia blanca empieza a tocar la materia gris del cerebro,
dónde está el punto de no retorno.

mis limites
me definen como un ser con forma y humano.
vivo así,
tocando los bordes a veces, intentandolo:
como una bola de sueños lanzada en un pin-ball sin opción a jugada extra.

con lágrimas, regamos campos de trigo sobre el asfalto.
yo abro los ojos, abro las manos
y lo miro
y lo toco todo.

tenemos un mundo de riesgos para arriesgarnos.
y unos limites
sin chalecos salvavidas
que nos piden a gritos naufragios.

afonismos y pañuelos

hay un montón de cosas de mí que jamás te he dicho
y que aun así sé que sabes.
te miro, mucho, como miro a los borrachos y a los amigos:
con cierta curiosidad incandescente, buscandote los fantasmas y los pasados,
haciendo eses con la birra en la barra
y la vida, qué puta, con cualquiera en cualquier otro lado.

creo que lloro osadías tambaleandome en las lineas de todo esto.

tú sí sabías que mentía en todos y cada uno de los casos, y aun así,
me echaste un guiño a la espalda
y nunca dijiste nada, tal vez por esa historia que guardas
con ese país al que todavía no sabes si amar desde la distancia
u odiar desde cerca.

te callaste, porque eres de esos que saben que a veces
hay que morir callando.

con todas las heridas que muestras, me da que no enseñas ni la mitad.
tengo la intuición de que a veces revientas tú solo,
de que sabes lo que es llorar al pulsar una tecla,
de que te cuesta un huevo (el izquierdo, el del talento) vomitar sentimientos
y aun así, joder eh, los dejas igual
y dices: un escritor callado es lo mismo que un escritor muerto.

de qué vamos hablar, ahora que el bar está vacío, y no escucha casi nadie.

ya te dije, o quiza no, porque siempre vivimos borrachos y es dificil distinguir
lo dicho de lo pensado,
que esa nube que te persigue me persigue también a mí,
y es verdad que todo se puede resumir en un tango,
pero un tango muy bien cantado, cómo no.

cuando tengas 50, yo me partiré en tu mitad pa tener 25, echa cuentas,
tú también, mira que nacer el día de la lotería de navidad...

pero ahora, insisto, que tenemos todo una bar para ahogarnos
podríamos deslizarnos un poco más,
seguir vivos, acaso, es una casualidad
pero no hay nada tan casual como gritar
y ver que al lado hay otro con el mismo grito.

qué te voy a contar.

"a dios no le gustaba el circo",
cuando eres niño no se paga por soñar.

dejate de excusas con tu generación: naciste en un tiempo proclive a las injusticias
y viniste a este país de silencios a poner las palabras sobre la mesa.
y ahora, que sobrevives a base de intentos
y parece que aumenta el recuento de victorias yo te digo: mira lo que has hecho, muchacho,
es un pedazo de historia: es algo más: es lo que nadie ha sido capaz: poner los miedos de la gente en un pedestal, y al lado
un puñal disfrazado de sortilegio.

toma, he comprado cigarrillos, y tengo un mechero,
y pon un chupito anda, camarero,
waterman,
amigo,
lo que tú has hecho
es un tratado de escalofríos,
un mapa circustancial del tiempo,
una alegoría de las sombras,
una hilera de hilos sin marionetas,
un cristal de polillas y sueños,
una simpatía de derrotas,
un vals de caídas y trapecios,
una descomunal alevosía,
una sinfonía del desgarro,
un trazado del tropiezo,
un boceto del folio en blanco,
un rastro del rostro de las ideas,
un imposible de realidades,
una fuga de manías,
un dejarte la cabeza y el pecho noche y día, cuerpo a cuerpo,
en este cuadrilatero adicto a tirar toallas sobre la lona
y tú
devolviendolas todas,
bebiendo cerveza,
escriviviendo.