martes, 16 de octubre de 2007

impotenusa

impotencia, sabes?
también es falta se sentido del humor cuando escribo,
incapacidad para unir realidad con absurdo y esa facilidad que conozco
en personas que guiñan el ojo a la primera esquina con quien cruzan la mirada,
perder con aplomo las ganas revueltas
mientras rebelo mis rebeldías en una baraja de cartas marcadas
ahora que todavía no estoy borracho.

el hecho de que la cosas que quieres se van quedando en el maletero
y tú lloras por robar más gasolina
y luego te vistes de libro para contar una historia más.

-todavía quedan historias?
-eso dijeron el otro día en el telediario
-buenas noticias?
-mentiras, de las otras ya no quedan.

impotencia, sabes? porque tengo que caminar mientras todo se aleja
y aquello que me enseñaron en los libros de secundaria queda demasiado atrás.

tienes este montón de ideas en el cenicero
y te manchas los dedos imaginandote purpurina y day-glo en un cuerpo medio desnudo
y totalmente imperfecto,
sobrevives a otro día por desenvolver
e imaginas, o supones, que sería ser persona normal
si mañana amaneces con un cáncer.

toda esa gente a la que regalaste pedacitos de ti con una promesa de fondo
y que ahora suenan como acordes desconocidos en las canciones de otros.

soltar amarras y arrojarte por la borda en una especia de suicidio espiritual
porque a veces, a ciertas horas, sientes que tendrías que renovar tus sueños
o al menos intentarlo.

-cómo coño se hace eso?
-aqui sentado seguro que no.

impotencia, sabes? o la diferencia que hay entre alguien que tiene ese don
y otro que solo se obsesiona por tenerlo.
esa lucha que siempre es interna entre lo que serías si te dejaras ser
y la lógica racional que te obliga a cerrarte a razonamientos.

objetivos distintos
pero los mismos intentos, creo.

o saber lo que tendrías que hacer,
los pasos a dar, ya sabes,
y la impotencia que te asalta de noche cuando imaginas las otras vidas que ya no tendrás cuando decidas tirar palgun sitio.

-ese chiste que nunca terminas de contar...
-...no tiene gracia. se llama tragedia...
-y sin embargo
-nada, porque todo da igual, la única difrencia es que algunos deciden reirse al final y pese a todo.

tiras de lastre y miras a todas partes pero a nadie en concreto,
como si fueras un soldado primerizo en mitad de su primera batalla,
vaya, parece que esto no me lo contaron.

-y ahora que hago?
-nada, ya te lo dije, pero puedes reirte si quieres.

así que tú eres de esos que buscan
entre palabras algo que te descubra que con hablar no se cambia.

y algún sentido prohibido bastante desarrollado cuando todavía te escondías
para botellonear y huir de la policía si hiciera falta.

si hiciera falta...ganaría la partida, pero podría perder otras cosas.
ahora.
puedes controlar todo ese monton de lenguaje,
puedes incluso tener algo que decir,
y si vas más allá podrías llegar hacerlo
pero
el juego llega más lejos
y tú no vas.

no creer en la realidad te va a crear problemas de adptación.
ver chispazos de puntos de vista en algunos ojos no es tan raro como se piensa.

-hay personas que brillan, yo las conozco.
-y donde están.
-entre nosotros, disfrazadas de cualquier cosa para que tú las veas y no te asustes.

un último chute no más
"...que estoy cansá y no puedo con el corazón..."
un último chute no más, mi amor por favor,

y grito
porque te vas
y ya
no vuelves.

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